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Tito se recupera gradualmente de la amputación de su pierna izquierda

Francisco G. Basterra

La sucesión de Tito no parece tan próxima como muchos habían pronosticado. Sonriente, vestido con un pijama blanco, rodeado de sus dos hijos, Josip Broz (Tito) fue mostrado ayer al país mediante una fotografía distribuida a las siete de la tarde, hora local, en Belgrado.

Sentado en una silla de las que se utilizan para llevar inválidos, en la clínica de Liubliana, el mariscal presenta un buen aspecto, quizá algo más delgado, Y sólo parece faltarle uno de sus tradicionales puros habanos. Las últimas imágenes de Tito antes de esta fotografía, que dará la vuelta al mundo, aparecieron por televisión el día de Nochevieja, cuando el mariscal, rodeado de sus familiares y políticos más próximos, brindó por el año nuevo y expresó su esperanza de volverlo a hacer el 31 de diciembre de 1980.Los médicos dijeron ayer que el presidente Tito, 87 años, continúa mejorando, y el miércoles fue levantado de la cama durante algún tiempo, tres días después de haber sufrido la amputación de su pierna izquierda. Por la tarde se anunció que había recibido a sus dos hijos, Zarko, de sesenta años, mutilado de guerra -perdió un brazo en la última contienda mundial-, y Miso, de unos cuarenta años, que trabaja como ingeniero en una empresa.

La sorprendente capacidad de recuperación de este hombre está provocando un gran optimismo en las autoridades, hasta el punto de que un alto cargo del régimen, que pidió no ser citado dijo ayer aquí que Tito puede volver pronto a su despacho oficial.

Con la publicación de la fotografía citada puede afirmarse que la fase crítica de la enfermedad del presidente está ya superada lo que echa por tierra todas las especulaciones sobre su inminente fallecimiento y los temores sobre las presuntas convulsiones internas, o provocadas desde el exterior en la época del postitismo. Su fuerte naturaleza, que soportó en la primera guerra mundial una herida que hubiera acabado con cualquiera ha permitido a Tito superar el fracaso de una operación y una amputación, todo ello en el plazo de diez días. Los normalmente poco comunicativos funcionarios yugoslavos comenzaron a cambiar de cara ayer tarde.

La Iglesia católica de la república de Croacia, a través del arzobispo de Zagreb y presidente de la Conferencia Episcopal Yugoslava, Franjo Zuharic, se unió ayer a las expresiones de simpatía hacia Tito. En el curso de algunas misas en la capital croata se ha pedido que se rece por el restablecimiento del presidente.

La prensa continúa haciéndose eco en sus primeras páginas de los telegramas y cartas que se reciben en Liubliana: ayer hablaba de centenares de miles diarias procedentes de todo el mundo. La agencia oficial destacaba la de una pequeña yugoslava, de diez años de edad, que desde Suecia escribía diciéndole que aunque él falte no pasará nada, porque antes les dirá a los yugoslavos «hacia dónde ir y cómo ».

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A nivel de la política diaria cabe destacar la visita de trabajo iniciada ayer a Yugoslavia por el primer ministro argelino, Abdeighani, que ha traído un mensaje personal del presidente Chadli para Tito. Este viaje ha sido calificado oficialmente de «importante» debido a la situación política internacional.

Cabe recordar que Yugoslavia es la defensora del no alineamiento en su estado puro, y que Argelia jugó en su día un papel importante en este movimiento. Sin embargo, Argel fue uno de los pocos países no alineados que no siguió a Yugoslavia y se abstuvo en la reciente votación de la Asamblea General de las Naciones Unidas que condenó la invasión soviética de Afganistán.

Por otra parte, la agencia de noticias oficial de la URSS. Tass, volvía ayer a la carga con acusaciones hacia la OTAN por sus «alegaciones provocadoras y falsas» en torno a la idea de que la Unión Soviética amenaza la independencia de Yugoslavia.

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