Publicada una guía de Goya en Madrid

Se acaba de publicar una guía sobre los cuadros de Goya que pueden contemplarse en Madrid, una guía escrita, además, por un especialista en el tema como es Xavier de Salas. Era, desde luego, necesario un trabajo de estas características, dada la excepcional vinculación del pintor aragonés con Madrid, como lo testimonia ese conjunto de casi 180 obras que se conservan en la ciudad, sin contar, naturalmente, las que pertenecen al patrimonio de colecciones particulares.

Aunque en su mayoría están en el Museo del Prado, otras muchas instituciones madrileñas poseen piezas goyescas de mayor o menor importancia, pero, en cualquier caso, con la suficiente entidad como para que sea muy útil una guía de un tan rico conjunto. Véase, al respecto, la simple relación de esas instituciones para hacerse una idea de la magnitud de la presencia goyesca en Madrid: además del Museo del Prado, el Palacio Real, Ayuntamiento de Madrid, San Francisco el Grande, San Antonio de la Florida, Escuelas Pías de San Antón Abad, Real Academia de la Historia, Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, Museo Lázaro Galdiano, Museo Romántico, Ministerio de Educación y Ciencia, Ministerio de Hacienda, Banco de España, Banco Español de Crédito, Banco Exterior de España y Banco Urquijo.

Medio siglo en Madrid

En 1763 Goya viene por primera vez a Madrid, y es entonces un adolescente de diecisiete años. Pero, tras algunos intentos, no se instalará definitivamente en la capital hasta 1774. Ahora, eso sí, desde entonces sólo abandonará Madrid en muy contadas ocasiones, y casi siempre obligado por causas de fuerza mayor. En cualquier caso, haciendo cuentas, resulta que Goya permaneció en Madrid durante casi cincuenta años.Durante tan largo espacio de tiempo Goya realizó obras de todo género: desde las series de cartones para tapices hasta la decoración de la cúpula de la iglesia de San Antonio de la Florida, pasando. naturalmente, por una intensa actividad como el retratista más solicitado. En Madrid se inicia como grabador, copiando en 1778 las obras de Velázquez, y aquí también se editará la serie de Los caprichos, hito decisivo en su evolución artística. Retratos reales y pinturas negras; en fin, de casi todo lo fundamental del Goya pintor. hay en Madrid un testimonio precioso y significativo.

Del Museo del Prado al Banco de España

Ahora bien, si queremos realizar el recorrido de los goyas que hay en Madrid, lo mejor que podemos hacer, tal y como se nos advierte en la Guía de Salas, es comenzar por los que hay en el Museo del Prado, que suman 122 pinturas más 488 dibujos. Con un volumen tal de obras es lógico que allí encontremos las piezas más hermosas y significativas de todas las etapas de la evolución de Goya y, por tanto, que sea imprescindible visitarlo en primer lugar. Allí están, por ejemplo, una parte sustanciosa de los cartones para tapices, las alegorías pintadas para Godoy, las pinturas religiosas de La Sagrada Familia, Cristo crucificado y el boceto para la Inmaculada del Colegio de Calatrava, una colección abundantísima de los mejores retratos, las Majas, los cuadros de la Guerra de la Independencia, las pinturas negras y ciertas obras de sus últimos años.En el Palacio Real nos encontramos con dos parejas de retratos de los reyes Carlos IV y María Luisa, entre los que destaca el de la reina vestida «de mantilla de cuerpo entero», primera versión del que se encuentra en el Prado. También hay en palacio unos paisajes relacionados con la Guerra de la Independencia y una Santa Isabel confortando a un enfermo. En el Ayuntamiento se conserva La alegoría de la Constitución, y en la iglesia de San Francisco el Grande, la Predicación de san Bernardino de Siena. Mención especial merece el fresco monumental que celebra el Milagro de san Antonio, en la iglesia de San Antonio de la Florida. Obras religiosas son también las conservadas en las Escuelas Pías de San Antón, de la calle de Hortaleza, siendo una de ellas la soberbia Última comunión de san José de Calasanz. Los bancos madrileños que poseen obras de Goya destacan por su colección de retratos: los de, por ejemplo, J. A. Menéndez Valdés, en el Banco Español de Crédito; Carlos III, cazador y Pantaleón Pérez de Nenin, en el Banco Exterior de España; Conde de Floridablanca, en el Urquijo, o los seis retratos del Banco de España.

Claro que, aparte del Prado, los museos madrileños se llevan lógicamente la mejor parte. Entre todos ellos ocupa el primer lugar, en cuanto a cuadros de Goya se refiere, el de la Academia de San Fernando, institución que Goya llegó a dirigir en su sección de pintura. Por la variedad de piezas, le sigue la colección del Museo Lázaro Galdiano, y, en términos más modestos, la Academia de la Historia y el Museo Romántico. Y todavía tendríamos que mencionar las obras con tema cinegético de los Ministerios de Educación y Hacienda.

En resumen: un caudal impresionante de obras de Goya, que, desde ahora, gracias a la excelente guía de Xavier de Salas (ediciones Orgaz), podrá visitarse ordenadamente en los distintos lugares de la capital y, sobre todo, sin necesidad de ser un especialista en la materia.