Juan Moreno Zamora,
que vive en la localidad granadina de Pinos Puente, ha sido denunciado por algunos de sus vecinos de la barriada de La Paz porque un gallo pitirri que aquél tenía en su domicilio les molestaba con su potente quiquiriquí, no sólo por las mañanas, como está mandado, sino también a otras inoportunas horas del día y de la noche. A raíz de la denuncia, la popularidad del intempestivo gallo cantaor ha subido como la espuma, al igual que su cotización, hasta el punto de que el señor Moreno ha rechazado ya varias ofertas verdaderamente tentadoras.
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