Retrospectiva sobre la significación literaria de Franz Kafka
Textos, fotografías y documentos, expuestos en el Instituto Alemán
Una exposición retrospectiva sobre la vida y la obra del escritor Franz Kafka (Praga, 1883-Kierling, 1924), se inauguró ayer en el Instituto Alemán de Madrid (Zurbarán, 21). La muestra consta de 96 paneles con textos, fotografías y documentos que recogen las distintas etapas de la vida del escritor. Estará abierta al público hasta el próximo día 8 de febrero, y en el curso de la misma se proyectarán tres películas y se celebrará una mesa redonda.
El material fotográfico que se expone documenta las etapas de su infancia y escuela (1883-1901), la universidad y amistades en Praga (1901-1905), su trabajo en el instituto de Seguridad para Accidentes de Trabajadores (1907-1922), su familia, sus viajes, su enfermedad y sus libros. La exposición, preparada originariamente por la Academia de las Artes de Berlín, a base de materiales recopilados por Klaus Wagenbach durante muchos años, pretende mostrar a un amplio público de varios países, de una manera integral, la significación personal y literaria de Kafka, autor que ha sido calificado como «un espejo o una atmósfera donde muchos han visto reflejadas sus excentricidades» y como un escritor que ha fascinado a muchos intelectuales por su obra de carácter simbólico.Franz Kafka nació en Praga, en 1883. De origen judío, cursó estudios de Derecho y estuvo empleado en una compañía de seguros. Se hizo sionista y proyectó un viaje a Palestina, que no llegó a realizar. Sus primeras publicaciones; las narraciones Descripción de una lucha ( 1909) y Consideración (1913), fragmentos de su Diario, que abarca de 1910 a 1924, tuvieron una aceptación minoritaria. La ruptura de un noviazgo iniciado en 1914 le provocó una grave crisis moral, unida a dificultades y problemas de diversa índole, como la primera guerra mundial, su mediocre existencia en Praga como burócrata en una agencia de seguros y las difíciles relaciones con su padre, de las que dejó constancia en su Carta a mi padre. En 1917 se le manifestaron los primeros síntomas de tuberculosis; tres años más tarde, abandonó su empleo y, tras unos meses de sanatorio, se estableció en la finca de su hermana. Falleció en 1924, en el hospital de Kierling, cerca de Viena.
Kafka pertenece a la llamada «escuela de Praga», formada por un grupo de escritores, como Rilke, Werfel y Brod, que sienten atracción hacia la metafísica, el mundo onírico y los aspectos más realistas del mundo. El mundo evocado por el escritor «no es el de la miseria, sino el de la soledad y desolación en los campos, ríos, caminos y ciudades».
Su estilo literario ha sido calificado de «realismo mágico» y en sus obras expresa el desaliento del hombre ante el absurdo del mundo. Su obra ha motivado diversas interpretaciones (religiosa o metafísica, psicoanalítica y social) y tuvo una gran influencia sobre el surrealismo y la literatura de posguerra. En su producción literaria, publicados varios títulos después de su muerte, por su amigo y biógrafo Max Brod, figuran: La metamorfosis (1916), La sentencia (1916), La colonia penitenciaria (1919), Un médico rural (1919), El proceso (1925), El castillo (1926), La muralla china (1931) y los volúmenes de Cartas a Milena (1953) y Cartas a Felice (1967).
Durante la exposición se proyectarán las películas Kafka en Berlín y El camino hacia la oscuridad (día 18) y El proceso (día 25). Además, el día 29, se celebrará una mesa redonda sobre Escritura como desenmascaramiento, con la participación de Juan Benet, Jaime Cerrolaza, Juan Antonio Hormigón, Luis Izquierda y Gerhard Neumann.
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