La subasta de Córdoba, una prueba para los empresarios

La subasta de la plaza de toros de Córdoba, que se celebra a partir del próximo día 15, va a poner a prueba a los empresarios de toros, pues su pliego de condiciones es de los que se pueden calificar como «fuertes». Algunas de estas condiciones han llamado poderosamente la atención y puede que hagan desistir a varios de los posibles licitadores.

Por ejemplo, la obligatoriedad de que el arrendatario reserve cuatro barreras, más quinientas localidades de tendido, por corrida (dos para cada socio de la propiedad, que son 250), es una forma como otra cualquiera de enmascarar un incremento importante del canon de arrendamiento, que se cifra en seis millones de pesetas anuales, porque el importe mínimo de las localidades mencionadas asciende a más de tres millones por temporada. Luego están los capítulos referentes a obras, mantenimiento, etcétera, que son por cuenta del arrendatario y que fácilmente supondrán más del millón.El pliego de condiciones obliga a que el empresario organice un mínimo de trece festejos, de diverso tipo, y ha de ceder a la sociedad propietaria el coso para que aquella monte otros, pro afición, en homenaje a la mujer cordobesa, benéfico, etcétera.

La plaza de Córdoba es de propiedad privada, y la sociedad puede hacer de su capa un sayo, si le place; pero sólo hasta cierto punto, pues estamos en una etapa de crisis, tantas veces denunciada, que impide que los cosos sean un filón para quien los posee. Los hermanos Valencia, hasta ahora empresarios de esta plaza, podrían hablar de los muchos esfuerzos que han debido hacer para sacarle una rentabilidad -por otra parte, ni muchísimo menos excesiva- y los licitadores, si los hay, van a tener que hacer muchos números antes de lanzarse a la aventura de esta subasta, que caracterizados taurinos consideran muy difícil de defender en las condiciones con que sale. Hay la posibilidad de que los empresarios hagan alguna gestión para que dichas condiciones sean limitadas, y si no tuvieran éxito podría ocurrir que ninguno acudiera a la subasta.

Este mismo año de 1980 salen ¡también a concurso o subasta las plazas de Zaragoza, Vitoria, Ciudad Real, Huesca y Gijón.

Por otra parte, los matadores Miguel Márquez y Gregorio Lalanda tienen la intención de retirarse y no torearán este año, según Efe.