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Mantener el poder adquisitivo de los salarios implicaría un incremento del número de parados

Es imposible mantener el poder adquisitivo de los españoles mediante aumentos monetarios de las rentas salariales, dijo ayer el ministro de Industria, Carlos Bustelo, en la conferencia de prensa convocada para informar sobre la repercusión de la elevación de los precios del petróleo en la economía española. El señor Bustelo, acompañado de los subsecretarios de los restantes ministerios económicos y actuando como portavoz del Gobierno, y especialmente del equipo económico, señaló que se repercutirán íntegramente sobre los precios al consumo el incremento de los costes del crudo y tratarán de compensar la factura y sustituir el uso de petróleo mediante una serie de inversiones en otras fuentes (carbón y nucleares) y en ahorro. Hizo también una llamada a la firmeza, solidaridad y responsabilidad de la sociedad española para asimilar este nuevo empobrecimiento.

El señor Bustelo confirmó que el precio de la gasolina super se fijará dentro de unos días, como mínimo, en 53 pesetas. Todos los demás derivados del petróleo y otras tarifas energéticas serán revisadas en cuantías que se situarán en torno al 20%. «La Administración iniciará inmediatamente», dijo el ministro, «los trámites pertinentes previos a la subida de precios, que pasan por el informe-propuesta a la Junta de Precios, la tramitación en Consejo o Comisión Delegada y la remisión al Boletín Oficial de las correspondientes órdenes y decretos. Aunque no fijó fechas concretas, el ministro indicó la festividad de Reyes (6 de enero) como fecha en la que inevitablemente estaría en vigor la subida.Los estudios y recomendaciones de los técnicos sobre la cuantía de las subidas están ya preparados y queda únicamente la decisión política. Según diversas fuentes, propanos y butanos experimentarán alzas sustanciales de hasta el 40%. Los querosenos de aviación seguirán en el ranking de productos más encarecidos y a continuación se situarán gasolinas, gasóleos y fuel. Se estima probable que el fuel de la industria revise sus precios en dos fases y que el fuel para térmicas (eléctricas) y cementeras aumente él precio en mayor cuantía. Las, tarifas eléctricas serán revisadas en torno al 20%, por aplicación de los aumentos de costes de producción (fuel, carbón ... ), salarios y un mayor margen de autofinanciación, que se considera necesario para facilitar las inversiones del sector. El carbón también experimentará un aumento de precios en torno al 20%.

Valoración de la OPEP

El ministro de Industria realizó una valoración de la Conferencia de la OPEP, cuyo resultado final aún no se conocía en ese momento (una de la tarde de ayer). Señaló que el problema no reside tanto en los precios como en el desorden que introduce en el mercado la pugna entre los sectores enfrentados de la organización.

Las estimaciones oficiales del Gobierno cifran la factura petrolera de 1980 en torno a los 12.000 millones de dólares (casi el doble que este año), con una cifra de consumo de 51 millones de toneladas, semejante a la de este año. «En estos momentos». precisó el subsecretario de Comercio, «están contratadas en firme las entregas de unos cuarenta millones de toneladas en 1980 y quedan por adquirir otros once millones, que, en última instancia, tendrán que contratarse en los mercados spot. »

El señor Bustelo descartó, en principio, problemas de abastecí7 miento el próximo año, aunque señaló que si se produjeran dificultades, el Gobierno no, dudaría en recurrir a mecanismos de racionamiento, pese a la certeza de su complejidad administrativa y su probada ineficacia.

El Señor Bustelo, en la última parte de su intervención introductoria, se refirió a los efectos sobre la economía de la nueva situación de precios del petróleo. Recordó los informes de la OCDE (comentados en nuestra edición de ayer), que estiman que la economía mundial se acercará el próximo año al crecimiento cero, y dijo: «La factura del petróleo costará el próximo año unas 100.000 pesetas por familia española.» Nadie, si no es el trabajo de cada uno, puede devolvernos ese dinero. No se debe pensar en recuperarlo por la simple vía del incremento de las rentas monetarias. Se trata de un empobrecimiento real y efectivo, y como tal hemos de enfrentarlo. Evidentemente tiene posibilidades de recuperación, pero sólo si se hace un esfuerzo para incrementar la productividad del conjunto de la economía nacional. Este empobrecimiento afecta tanto a las rentas del capital como a las del trabajo. Ningún sector de la sociedad debe intentar recuperar esa pérdida a costa de las rentas de las otras fuerzas sociales.» Insistió en este punto, con el posterior apoyo del subsecretario de Economía, Javier del Moral, en que en opinión del Gobierno el aumento de los salarios por encima de los precios sólo puede hacerse a base de expulsar fuerza laboral del mercado de trabajo y, por tanto, a base de aumentar el desempleo.

Finalizó diciendo,: «Nos quejamos a veces de las especulaciones de las multinacionales del petróleo o de la actitud irresponsable de algunos países productores. Pues bien, determinadas exigencias en este contexto pueden tener el mismo significado.»

El subsecretario de Economía señaló, en respuesta a las pregunta de los periodistas, que el Gobierno mantiene en vigor el programa económico con los retoques que fuerzan las circunstancias. El pasado fin de semana, añadió, el Gobierno ha estudiado el presupuesto monetario para el próximo año, y una vez que culminen las negociaciones para firmar el acuerdomarco y se conozcan con mayor precisión las tendencias de aumentos salariales para 1980 se podrá esperar mayor concreción del Gobierno sobre sus objetivos y previsiones económicas para 1980.

Sí quedó más o menos claro en el diálogo que las estimaciones de crecimiento para 1980 no superarán el 1 %. Asimismo, los responsables de la economía señalaron que si se ordenan las inversiones puede mantenerse la cifra actual de empleo, «lo cual no quiere decir que se estabilice o modere el paro».

Insistió Del Moral en que en los años 1977 y 1978 los salarios han crecido por encima de los precios en dos puntos. Este año la situación quedará equiparada. Estos crecimientos, dijo, sólo se justifican si hay aumentos de productividad o a costa de otros grupos sociales.

Inversiones energéticas

El ministro de Industria, en otra parte de su intervención, se refirió a la decisión del Gobierno para acelerar la ejecución del Plan Energético Nacional, especialmente en lo que se refiere a medidas de ahorro y a sustitución de petróleo. «Esta aceleración del PEN», dijo más adelante, «supondrá además un estímulo para las inversiones, la creación o mantenimiento del empleo y la recuperación de sectores en crisis, como el de bienes de equipo. Las actuaciones comprometidas por el señor Bustelo son las siguientes:

Centrales térmicas de carbón. En las próximas semanas se autorizará la construcción de cinco centrales térmicas de carbón; dos de ellas, para carbones importados, y tres, para carbones nacionales. Se trata de las siguientes: Almería, de quinientos megavatios, que construirá la Empresa Nacional de Electricidad; Algeciras, quinientos megavatios, que construirá Sevillana de Electricidad; Aboño, 350 megavatios, que construirá Hidro Cantábrico; La Robla, de 350 megavatios, de Unión Eléctrica, y Guardo, de 350 megavatios, que construirán Electra Viesgo e Iberduero. El nonto de estas inversiones se sitúa en torno a los cien millones de pesetas. Para celerar la ejecución de los proyectos promotores y suministradores han acordado recurrir a sistemas de contratación directa rápida y evitar el concurso, que tiene una tramitación mucho más larga.

Centrales nucleares. Además de las autorizaciones a los dos grupos de Trillo y Valdecaballeros, concedidas en agosto, el Gobierno está decidido a autorizar en muy breve plazo dos nuevas centrales. Aun que el ministro no concretó cuáles, medios solventes señalan que serán las de Vandellós II (mayoría del sector público) y de Sayago (en es tos momentos proyecto de Iberduero, al que no es descartable que se incorporen otra empresa priva da y una pública).

Carbón para el cemento. Está también ultimado el plan de sustitución de fuel-oil en el sector del cemento por carbón. Esta medida supondría la, supresión. del consumo de 1,7 millones de toneladas de fuel y un estímulo en el consumo de carbón nacional e importado de tres millones de toneladas/año. El cambio de las calderas sería financiado, en parte, con ayudas oficiales.

Finalmente se contempla la sustitución de las turbinas de los grandes petroleros nacionales por motores de menor velocidad, y consumo. Esta medida supone inversiones de importancia.

El conjunto de estas inversiones en el sector puede suponer una cifra del orden de 300.000 millones de pesetas para el próximo año. El señor Bustelomo concretó los mecanismos de financiación existentes para hacer posible esta inversión en ese periodo.

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