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El fallo del "caso Schillebeeckx" puede demorarse varios meses

Juan Arias

El caso Schillebeeckx ha quedado en manos de los diez cardenales miembros de la Congregación para la Doctrina de la Fe y, en última instancia, del Papa. El teólogo dominico (catedrático en Nimega, Holanda, pero nacido en Amberes, Bélgica) firmó ayer las actas de los coloquios mantenidos durante el jueves y el viernes con los teólogos nombrados por el ex Santo Oficio. Después mantuvo una conferencia de prensa.

-¿Cree usted en la divinidad de Jesús?-Sí.

-Pues en sus libros yo no he encontrado esta afirmación.

-Lo siento, pero no estoy de acuerdo con usted. Quizá lo digo con palabras distintas de las que usted emplea.

Esta fue la única indiscreción que reveló Edward Schillebeeckx, el teólogo dominico, ayer tarde, en el Club de Prensa Extranjera de Roma, donde se sometió al proceso de la prensa.

Pocas veces ha estado el Club de Prensa Extranjera tan abarrotado. El catedrático de Nimega (cabellos blancos, piel tostada y corbata azul con rayas rojas) empezó diciendo: «Yo soy un hombre libre. No tengo secretos papales, pero mi conciencia me impide atacar a quienes me han interrogado en el Santo Oficio, porque ellos sí están atados por el secreto y no se podrían defender. »

Saltó la primera pregunta: «¿Y fue justo que uno de los teólogos que le ha interrogado, el jesuita Galot, le atacase tan duramente en Radio Vaticano, comparándole al hereje arrio?» Schillebeeckx respondió que Galot le habla asegurado que no había hablado específicamente de él, sino de «algunos teólogos». «De todos modos», añadió Schillebeeckx, «el director de Radio Vaticano me ha pedido perdón por haber transmitido aquella entrevista. »

A la pregunta ¿qué les han enseñado a usted y a la Congregación para la Doctrina de la Fe este proceso?, el teólogo respondió: «A mí no lo sé aún. A los miembros del Santo Oficio (perdón, de la Congregación de la Fe) creo que le ha servido para convencerse de que en el futuro no se podrán hacer procesos de esta forma. »

El catedrático de Nimega deja Roma convencido de que no será condenado, pero contó que el secretario de la Congregación le dijo al despedirse que el resultado de los interrogatorios quizá no podría saberlo hasta después de varios meses. Las actas pasarán a los cardenales y después al Papa.

En el caso de una condena, Schillebeeckx afirmó que aun sabiendo que, como católico, está obligado a la obediencia, no dejarla de pensar como hoy «porque tengo conciencia de estar dentro de la tradición de la Iglesia y de su magisterio».

Afirmó que no ha pedido ninguna audiencia al Papa. «Mi papel ha terminado. Todo lo que sigue del proceso lo harán sin mi; no es como en los procesos civiles, donde el acusado sigue. personalmente toda la fase hasta la condena o la absolución.»

A un periodista que le preguntó: «¿Cree usted que Jesús murió sin tener conciencia de ser hijo de Dios y que la tumba fue encontrada vacía?», Schillebeeckx, sonriendo, respondió: «¿También ustedes me quieren interrogar?» Y aprovechó la ocasión para explicar que su conflicto con algunos teólogos de Roma no era en materia de fe, sino de semántica. Dijo: «Yo profeso la misma fe del Concilio de Calcedonia sobre la divinidad de Cristo, pero no puedo explicar esta verdad al hombre de hoy con las palabras de entonces, porque, por ejemplo, la palabra persona tenía un significado muy distinto entonces y hoy.»

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