Felipe González afirma que la campaña de los comunistas contra el Estatuto es política

«La política del Gobierno de aislar al PCE y buscar un chivo expiatorio a los males del país ha provocado la respuesta de los comunistas a través de Comisiones Obreras. La campaña emprendida por esta central contra el Estatuto de los Trabajadores ha tenido más unos objetivos políticos de forzar al Gobierno a la negociación con los comunistas que objetivos sindicales», afirmó Felipe González, secretario general del PSOE, en un almuerzo celebrado con los informadores que siguen los debates parlamentarios.

Felipe González precisó que la entrevista con Carrillo se celebró a petición de éste, y fue gestionada por Simón Sánchez Montero mientras el líder comunista se encontraba en México. Sánchez Montero le dijo que la «situación en la calle había llegado demasiado lejos» y que sería conveniente que se reunieran.El encuentro, que tuvo dos planos, uno político, entre Carrillo y González, y otro técnico, puso de manifiesto que había muchas coincidencias entre las enmiendas de uno y otro partido. Los comunistas, tras llegar a un acuerdo en base a repartirse las enmiendas, pidieron a los socialistas que UCD participara de los mismos. La entrevista del martes, en el Congreso, con el ministro de Trabajo fue el resultado de estas gestiones.

Felipe González denunció los aspectos demagógicos de la campaña contra el Estatuto («hablan de despido libre, y eso no está en el proyecto») y la actitud de Marcelino Camacho en la Comisión de Trabajo. «Aquí hay dos lenguajes», dijo: «el que emplea Comisiones Obreras en las fábricas, donde nos han insultado y atacado demagógicamente, y el del Grupo parlamentario del PCE. La prueba es que Carrillo, en su intervención del martes ante el Pleno, reprochó más al Gobierno su negativa a negociar con ellos que el contenido mismo del Estatuto. »

Del Estatuto, Felipe González dijo que nos conduce «de la dictadura a la democracia europea». Recordó que el texto no era precisamente el del PSOE, que era malo técnicamente, pero que las partes segunda y tercera del mismo, donde han sido incluidos los acuerdos UGT-CEOE, les permitía una valoración global positiva. Anunció que en el momento que quedara aprobado el PSOE iba a dar comienzo a una campaña de explicación del contenido del mismo a los trabajadores.

El líder socialista afirmó también que el 90% del Estatuto no era ya modificable, tras el trabajo de la Comisión, y que sólo cabía mejoras técnicas.

Finalmente se mostró dispuesto a posar en una foto con centristas y comunistas si estos últimos lo consideran necesario para aceptar el Estatuto.

Sobre la posibilidad de que se recrudezca la pugna secciones sindicales-comités de empresa en el momento que lleguen a discutirse los artículos referentes a este tema, González afirmó que en tal caso no entraría a defender filosofías sindicales, sino que se limitaría a explicar públicamente determinada conversación. No precisó con quién había mantenido tal conversación, pero el contexto de sus palabras hace pensar que se refería a Santiago Carrillo.