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La revuelta en el Azerbaiján iraní

«(...) ¡Es Jomeini quien intentó suprimirlo! El ayatollah Chariat Madari no sólo es muy popular en Tabriz, donde nació, sino que también es venerado por doce o catorce millones de azerbaiyaneses de la provincia, que estiman que el imán Jomeini le ha arrebatado el primer lugar entre los grandes ayatollahs del chiismo. Por otra parte, Chariat Madari, monárquico de corazón y de tendencia conservadora, se ha convertido desde hace unos meses en el punto de mira y la esperanza de todos los que sueñan con derribar el régimen teocrático de Jomeini ( ... ).La población no tardó en enterarse del atentado ( ... ). Media hora más tarde, ráfagas de ametralladora dan la señal. En algunos minutos, decenas de miles de personas descienden a las calles al grito: «¡ Muerte a los asesinos! » (...). Dos horas más tarde, la ciudad está completamente a oscuras ( ... ).

Desde hacía días se preparaba una huelga general y manifestaciones populares. En el local del Partido Republicano del pueblo musulmán, los militantes imprimían panfletos y carteles llamando a la población a protestar contra el proyecto de Constitución y el referéndum falsificado

El Partido Republicano, con la aprobación del ayatollah Chariat Madari, decidió desencadenar un movimiento para obtener la anulación de la Constitución, que es peor que la que estaba en vigor bajo el régimen del sha.

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Esta opinión es compartida por el clero conservador, por diversas formaciones de la derecha y del centro laico, así como por la extrema izquierda no comunista »

7 de diciembre

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