Una incomunicación trágica
«(...) ¿Pudo haberse evitado la tragedia del tren que se vio embestido de pronto por otro que salía de la niebla y avanzaba sin conductor?Se avisó por teléfono a la estación de Granollers; pero el convoy que sin saberlo salía al encuentro del choque con el otro, el que bajaba aceleradamente, había salido ya de la estación. Acababa de salir, dicen.
Si en España -como ocurre en Francia- todos los trenes llevaran teléfono, aunque hubiera salido de la estación hubiera podido comunicarse con él y tal vez salvar lo más importante: las veinte vidas humanas que se han perdido -más las heridas- por el medio más sencillo y antiguo: desalojando el convoy.
Nada es fácil cuando el tiempo falta y tal vez no se hubiera logrado hacer a tiempo. Pero es de suponer que el accidente acelerará las reformas de la Renfe -que eficazmente anuncia en la televisión y dará prioridad a la comunicación por teléfono en el tren mismo. Cuando tantos taxis tienen radioteléfono, ¿por qué no los trenes? (...)»
7 de diciembre
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