La rescísión del contrato petrolero saudí agrava la crisis del Gobierno italiano
La decisión saudí de suspender la entrega del crudo contratado con Italia, interrumpiendo así la primera negociación directa entre los Gobiernos de Riad y Roma, puede acarrear la caída del Gabinete Cossiga, a menos que el primer ministro italiano y su equipo logren aplacar el eco del escándalo y convencer a las autoridades saudíes de que revoquen su decisión.La opinión pública italiana está indignada. El Gobierno se ha dejado escapar un contrato de oro con Arabia Saudí, en uno de los momentos más críticos de la guerra al petróleo. Después de diez años de lucha, por vez primera, el ente del Estado había conseguido abrir negociaciones directas con el país más rico en el precioso líquido. Habían empezado ya a llegar los primeros millones de barriles al precio increíble de dieciocho dólares. La media debía ser de cinco millones de toneladas al año. Pero, sobre todo, era importante que por fin Italia había conseguido abrir una puerta interesantísima. Y todo se ha ido abajo. Toda la prensa afirma ayer que la culpa ha sido del Gobierno, el cual al mismo tiempo tomó ayer una decisión muy grave: aumentar en un 3% la tasa de interés, que pasa del 12% al 15%, aumentando el coste del dinero y creando nuevos problemas al crédito.
Refiriéndose al problema del ENI y Arabia Saudí, los observadores hablan unánimemente de «irresponsabilidad del Gobierno». El diario más importante del país, el moderado Corriere della Sera llega a calificar el hecho en el editorial de ayer de «canibalismo político». Al mismo tiempo, el presidente del ENI, Giorgio Mazzanti, a quien el Gobierno había aconsejado que diera temporalmente las dimisiones hasta que «se aclarase el asunto», anunció ayer categóricamente que no se va y que, si el Gobierno, lo desea, puede dimitirlo, pero «dando razones serias».
Existe la impresión de que todo el asunto, que podría acarrear un daño muy grave a la economía italiana, aumentando el déficit de petróleo en 1980 del 20% al 27%, sea más bien de «mafia política», interno de los partidos. Y que el Gobierno, que desde hace dos meses había sido puesto en guardia sobre el asunto, en vez de zanjar los rumores de posibles escándalos de comisiones en el, contrato de la Petromin con la compañía Agip con una investigación a fondo que indicara sihubo culpables o bien si todo eran calumnias, dejó todo en la ambigüedad hasta llegar a la ruptura con Arabia Saudí. El presidente del ENI, Mazzanti, confirmó ayer que hubo una comisión del 7% para poder hacerla operación, pero que se ha tratado de algo normal en estos contratos internacionales.
Mientras tanto, el presidente del Gobierno, Cossiga, cuyo Gabinete ha temblado ayer seriamente cuando llegó el telegrama de Arabia Saudí, ha pedido inmediatamente un encuentro «al más alto nivel» con las autoridades árabes.
Para poder comprender lo que Italia ha podido perder por una posible irresponsabilidad gubernamental, hay que recordar que fueron necesarios diez años para llegar al contrato Petromin-Agip.
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