Los empresarios insisten en que se conozcan las cuentas de la EMT

Los empresarios privados del transporte de viajeros insistieron ayer, en el transcurso de una rueda de prensa, en la necesidad de que la EMT presente sus cuentas claras a la opinión pública, para lo que una auditoría formada por técnicos independientes debería encargarse de revisar la estructura económica y la gestión de la empresa.Los empresarios clamaron porque se abra un debate público en el que ambas partes, ellos y el Ayuntamiento, tengan oportunidad de explicar y defender sus posturas en el tema del transporte público, de forma que el pueblo de Madrid pueda hacerse una idea lo más objetiva, posible sobre la superioridad de cada uno de los sistemas enfrentados: el público o el privado.

Defender la iniciativa privada

En la rueda de prensa actuaron como portavoces Gonzalo Pascual Arias, presidente de la Asociación Provincial de Transportes Colectivos, y José Antonio Segurado, presidente de la Confederación Empresarial Independiente de Madrid. El señor Segurado, que afirmó que recurrirá a todos los medios de que disponga para defender la iniciativa privada, aseguró también que en el caso de Madrid no hay por qué enfrentar empresa privada-empresa pública, sino que debe coexistir ambas alternativas. Más tarde dijo que no conocía ningún caso en el que una empresa pública hubiera conseguido sanear su explotación y enjugar sus déficit por sí misma. A lo largo de la rueda de prensa se insistió en el argumento de que la empresa privada puede prestar mejor servicio sin necesidad de recurrir a subvenciones que, en última instancia salen del bolsillo de todos los españoles.Por último, tanto el señor Segurado como el señor Pascual Arias rechazaron la idea de que la campaña sobre la privatización de la EMT sea una cortina de humo que oculte su verdadero interés: la continuidad de las concesiones de las líneas periféricas. A los empresarios no les interesan más prórrogas, que en definitiva significan prorrogar la incertidumbre, sino que se convoquen nuevos concursos públicos para la concesión de las líneas, en los que pueda participar cualquier empresa. Lo que rechazarán con todas sus fuerzas será la posible absorción de las líneas periféricas por parte de la EMT.