Hassan II no acudirá a la reunión de la OUA sobre el Sahara
Mientras un nuevo frente se abre para Marruecos con Mauritania, a propósitos de la permanencia de tropas marroquíes en Bir Moghrein, en Rabat se cree que el rey Hassan II se negará finalmente a viajar a Monrovia, en diciembre, para la reunión de la OUA sobre el Sahara.
Las recientes decisiones tomadas por la Asamblea General de, la ONU, solicitando la retirada militar y administrativa de Marruecos del territorio, y la invitación expresa a la República Arabe Saharaui Democrática (RASD) para que asista a la reunión de Monrovia, así como la delicada fase militar que atraviesa actualmente el conflicto, parecen haber inclinado al soberano marroquí a permanecer en Rabat.Las relaciones entre Rabat y Nuakchott han entrado en un momento crítico, ante la petición del Gobierno mauritano de que sea convocado el Consejo de Ministros de la OUA para tratar de la retirada marroquí de Mauritania.
El verdadero trasfondo del asunto parece estar más bien en la proximidad de la formidable maquinaria bélica UHUD a las fronteras mauritanas y la aparente determinación de Rabat de ocupar el puesto de La Güera, incluso por la fuerza.
Ayer, el ministro de Asuntos Exteriores marroquí, Mohamed Bucetta, convocó a los embajadores de Francia y Senegal, según se cree para hacerles partícipes de las intenciones de su Gobierno. Ambos países están directamente interesados en cualquier evolución del conflicto en la zona. El primero, porque se ha comprometido a garantizar la integridad y la soberanía de Mauritania -doscientos soldados franceses se encuentran ya en el puerto de Nuadhibu frente a La Güera-, y el segundo, por sus extensas fronteras con Mauritania.
El Gobierno marroquí considera demagógico que Nuakchott solicite la convocatoria del Consejo de Ministros de la OUA y alega que la semana pasada el primer ministro Maati Buabid solicitó que Mautitania enviase a Rabat una delegación para discutir las modalidades de repatriación del contingente militar que permanece aún en Bir Moghrein.
La crisis se complica por las sospechas recíprocas. Mauritania teme verse desalojada por la fuerza de La Güera e interpreta la petición indicada del primer ministro marroquí como una maniobra dilatoria; Marruecos, por su parte, parece creer que en el acuerdo Polisario-Mauritania, del 5 de agosto pasado, está incluida una cláusula por la cual Mauritania cede al Polisario, y a cualquier futura entidad saharaui, la localidad de Ain Ben Tili, al norte de Bir Moglirein, a cambio del puerto de La Güera, de vital importancia estratégica para Mauritania.
Marruecos ha solicitado en los últimos días a Mauritania que reconozca formalmente la soberanía alauita sobre La Güera, pero Nuakchott se ha negado pretextando que ello presupondría abandonar la neutralidad a que se ha obligado con los acuerdos del 5 de agosto.
El apoyo ofrecido inmediatamente por Argelia a la petición mauritana de reunir a los ministros africanos ha terminado de irritar a los marroquíes.
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