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Exposición nacional de objetos antiguos

Desde hoy y durante los próximos doce días, el Palacio de Exposiciones será el escenario de una muestra nacional de objetos antiguos. La valoración global de lo expuesto es de cientos de millones de pesetas, según han explicado los organizadores (Asociación de Empresarios de Almonedas y Antigüedades de Madrid y Provincia) en una conferencia informativa.La muestra cuenta con el concurso de 135 anticuarios (la mayor parte de ellos, de Madrid) y los objetos se exhibirán de forma rotatoria. Respecto a los precios medios de lo expuesto, los organizadores afirmaron que han, intentado traer cosas asequibles a los interesados. Los mínimos están en torno a las 17.000 pesetas y para los máximos no dieron cifras. La antigüedad del material es también muy variable, porque hay piezas de los siglos III y IV antes de Cristo y otras que aún no tienen cien años.

Se ha creado un comité de selección entre los organizadores, cuya misión es constatar la autenticidad de las obras y evitar la exhibición de aquellas que puedan inducir a confusión. Como medida de seguridad han contratado los servicios de guardias jurados, encargados de registrar y cachear a todas las personas que visiten la feria.

Uno de los temas planteados a los anticuarios en la rueda de prensa fue la medida en que ellos pueden beneficiarse de los expollos que últimamente se producen en algunas iglesias. «A nosotros no nos interesa la existencia de un mercado negro», respondió Antonio Díez Casadiego, «porque no nos nutrimos de piezas robadas. Puede haber algún anticuario que haya cometido un desliz de ese tipo, pero eso pasa también en otras profesiones.

El control de precio de las piezas fue otro de los temas planteados. La respuesta de los anticuarios fue que no existe ninguna clase de control en este campo. «Es el más claro ejemplo de la aplicación de la libre economía de mercado, que nuestra Constitución protege. Puede haber», añadieron, «algún punto de referencia, pero, en general, los precios se deciden exclusivamente entre el comprador y el vendedor. Generalmente, si yo compro algo por dos millones, no lo vendo a más de cuatro; pero no hay problemas si el precio se duplica e incluso se triplica. El paso del tiempo y el puro capricho son los factores que más encarecen estas piezas. »

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