La BBC en España
El pasado viernes día 9 ese diario publicaba una detallada crónica sobre la anunciada supresión del servicio español de la BBC. Permítame que exprese, en esta sección de Cartas al Director, el sentimiento de quienes, a través de los años, hemos considerado a la BBC como una fuente de muy fiable información.Recuerdo los tiempos, ya lejanos, de la segunda guerra mundial, cuando, con el oído pegado al receptor, muchos españoles escuchaban las noticias de Londres, interferidas por barreras sonoras de clara procedencia. Después, a lo largo de décadas, la BBC constituyó un modelo sobre el que podíamos medir las noticias -o la falta de noticias- de una prensa que la censura convertía en simple caja de resonancia del poder gubernamental.
Un modelo no solamente por su función informativa, sino también por la manera en que se realizaba: boletines breves, ordenados, escritos con sencillez.
Es muy de lamentar que el Gobierno de la señora Thatcher considere necesario ahorrar algo menos de tres millones de libras mediante la supresión de los servicios de la BBC, dirigidos a la Europa del Sur, entre ellos el español. No parece haber proporición entre la cantidad economizada y el importante capital de prestigio y autoridad informativa que, con esa medida, perdería Gran Bretaña.