Francia condena el secuestro de los norteamericanos

«Las reglas que rigen las inmunidades diplomáticas y que se conforman con el derecho universal, se imponen a todos y en todas las circunstancias», declaró ayer oficialmente el Gobierno francés, que, por primera vez, se manifestaba en estos términos ante la situación creada por el líder chiita Jomeini, al consentir el secuestro de los americanos en su embajada de Teherán. «Ningún motivo justifica el apoderarse de una embajada y secuestrar a su personal», añade el comunicado oficial.Esta postura gubernamental responde a la «escalada de lo irracional», a «un juego sin reglas», a «un porvenir oscuro», denunciado unánimemente por la opinión francesa. Anteayer se conoció el primer sondeo realizado en este país sobre la situación creada en el mundo por la crisis Irán-EEUU: el 63% de los ciudadanos galos temen que la crisis petrolífera desemboque en la tercera guerra mundial.

Lo "irracional" y la guerra

Los observadores manejan in crescendo el lenguaje: específico de una posible «intervención militar de consecuencias imprevisibles y graves en todo caso». Aunque nadie oculta lo «irracional» del jomeinismo, en cada momento se recuerda que, en el origen del presente inquietante, hay que situar «una política americana inmoral e incalificable a lo largo de lustros». Esto hace pensar en este país que «el sistema occidental es la historia» y que el futuro será determinado por los egoísmos sagrados de cada pueblo.