El delegado del Gobierno en Coplaco pide consenso para revisar el Plan General

La revisión del Plan General del Area Metropolitana de Madrid deberá contar para su redacción con el consenso de todos los partidos políticos y de las diferentes fuerzas sociales, si se quiere que el producto de tal revisión tenga un período de vida dilatado en el tiempo y que no tenga que verse modificado coincidiendo con la finalización de cada período electoral. Tal propuesta está plasmada en el escrito que el lunes pasado (véase EL PAIS de ayer) presentó al pleno de Coplaco el delegado del Gobierno en este organismo.

«Estamos ante un típico tema objeto de consenso», se lee en la propuesta para la revisión del Plan General de Madrid, presentada por el presidente y delegado del Gobierno, Carlos Conde Duque. El escrito, que fue muy bien recibido por los miembros del pleno, incluidos los de la izquierda -aunque no fue aprobado, para poder ser estudiado en profundidad-, establece la necesidad de que el Plan General sea revisado «por fases», y no de una sola vez, para evitar una gran demora en la redacción de un nuevo planteamiento.Pero la revisión propuesta, «por fases» o de una sola vez, ha de contar con la participación de todos los grupos políticos y fuerzas sociales de la provincia, para evitar que dentro de cuatro años, coincidiendo con unas nuevas elecciones, el grupo o grupos que alcancen el poder se propongan una nueva revision del planeamiento.

Pero si ese Plan General consensuado se convierte en realidad, más que haber dotado a Madrid de un planeamiento urbanístico modernizado, lo que habrá hecho Coplaco habrá sido llegar a la redacción de una política urbanística para esta ciudad, de cara a los próximos años.

De todas maneras, esa política lo será a título preponderantemente técnico, ya que el debate político de fondo que puede caracterizar la vida madrileña del futuro inmediato -su integración autonómica en Castilla-La Mancha o la creación de un distrito federal- ha de permanecer al margen de lo que sea puramente la revisión del Plan General. Carlos Conde Duque lo quiso dejar ayer bien claro durante la rueda de prensa, en la que informó oficialmente de la propuesta que presentó al pleno: «Coplaco no debe entrar en el debate autonómico de Madrid. Yo puedo tener una postura u otra con respecto al tema, pero lo que no podemos hacer es retrasar indefinidamente la revisión del Plan General, a la espera de que Madrid se defina institucionalmente.»

Lo que no queda demasiado alejado de la revisión del Plan General -sobre la que el Ayuntamiento de Madrid debe pronunciarse este mismo mes, antes incluso de que lo haga el pleno de Coplaco- es el debate político que va a afectar, por separado, a cada uno de los partidos involucrados en el tema. Mientras para UCD la revisión del Plan General puede llegar a ser motivo, incluso, de división interna, los partidos de izquierda pueden convertirse en los fiscales permanentes del proceso, pero sin la responsabilidad de la aprobación, cosa que corresponde exclusivamente a Coplaco y al MOPU, organismos ambos ocupados a nivel dirigente por UCD.