El Gobierno israelí demora la evacuación de Elon Moreh

La decisión del Gobierno israelí de proceder a la evacuación de la colonia judía de Elon Moreh en dos etapas -la primera se inicia hoy, y la próxima, en un plazo de cuatro a seis semanas- ha provocado en Israel reacciones contradictorias y complementarias en la medida en que esta decisión está recibiendo duros ataques, tanto desde la derecha como de la izquierda del espectro político del Estado hebreo.

El movimiento ultranacionalista Gush Emunim, que preconiza la anexión de Cisjordania y Gaza, afirma que es «impensable que un judío decida liquidar un asentamiento judío en tierra Judía».Poco importa, han afirmado a EL PAIS, que esta «liquidación» se haga en dos etapas o en una, ya que, tanto para este movimiento como para el propio primer ministro, Menahem Begin, y el ministro de Agricultura y responsable de la política de colonización, Ariel Sharon, así como para otros miembros del actual Gabinete, Judea y Samaria (nombres bíblicos de Cisjornadia) no constituyen territorios ocupados -como especifica el Derecho internacional, los acuerdos de Camp David y la resolución 242 de las Naciones Unidas y el propio veredicto del Tribunal Supremo de Israel con relación a Elon Moreh-, sino tierras pertenecientes al pueblo judío en virtud de una promesa divina.

Por eso el Gush Emounim ha pedido al Gobierno que decrete o haga votar en el Parlamento una ley que derogue el estatuto de territorios ocupados para Cisjordania y Gaza. La adopción de tal ley o decreto-ley -cuestión que ya está estudiando el Ministerio de Asuntos Exteriores- legalizaría retroactivamente la colonia de Elon Moreh, así como el conjunto de la colonización judía en los territorios palestinos ocupados, en el pasado, en el presente y en el futuro.

Los colonos de Elon Moreli han hecho conocer ya que no obedecerán la decisión del Gobierno ni la del Tribunal Supremo.

Un portavoz de los colonos nos ha afirmado: «Nosotros estamos aquí en nuestro país, en nuestras tierras y no nos moveremos. Todas las tierras de Judea y Samaria pertenecen al pueblo judío.»

En resumen, si el Gobierno israelí ha creído que podía apaciguar a los ultranacionalistas y evitar un enfrentamiento con ellos, aplazando la evacuación total de Elon Moreh, ha equivocado el camino.

Según un portavoz del Partido Laborista, «la decisión del Gobierno constituye una estafa para la justicia, que erosiona la confianza de nuestro pueblo en los tribunales y mina la democracia al capitular ante las amenazas de violencia ».

Para la diputada Shulamith Aloni (Partido de los Derechos del Hombre), «Begin se ha dejado presionar por la violencia de quienes son sus hijos espirituales».

Según la izquierda sionista, «la justicia ha sido violada y el Tribunal Supremo abofeteado» por la decisión de Begin. Por su parte, el movimiento La Paz Ahora, afirma que «todas estas maniobras dilatorias son degradantes para el Gobierno.

Mientras tanto, en la presidencia del Consejo de Ministros se espera que «la razón y el buen sentido acabarán imponiéndose..., y el respeto a la ley del Tribunal Supremo no debe impedir la continuación de la colonización judía en Judea y Samaria».