_
_
_
_

Juan Pablo II anunció inesperadamente su viaje, este mes, a Turquía

Juan Arias

Juan Pablo II, provocando la sorpresa general, anunció el domingo a los peregrinos reunidos en la plaza de San Pedro que a finales de mes irá a Turquía. El Vaticano se ha quedado asombrado, porque se trata de un viaje que el papa Wojtyla ha decidido en estos días, y no con una preparación de meses, como sucedió siempre con los otros viajes. El Papa saldrá de Roma el día 28 y regresará el día 1 de diciembre.

Anunciando él mismo esta nueva peregrinación, dijo textualmente: «Hoy os voy a dar las primicias de una gran noticia. El Papa va a ir próximamente a Oriente. A finales de este mes iré a Turquía. Antes que nada iré a Ankara, la capital de ese gran país, donde encontraré a las autoridades de aquella nación y les rendiré homenaje. Después, a Estambul, para visitar a su santidad el patriarca Demetrio I y para participar en la celebración de San Andrés, apóstol y hermano de Pedro. »Y añadió: «Esta visita es importante. Muestra concretamente la decisión del Papa, ya muchas veces confirmada, de esforzarse en la consecución de la unidad de los cristianos. Es esta una de las principales finalidades del Concilio. Es una exigencia urgente, hoy más que nunca. Ya se han dado pasos importantes. Pero no podemos darnos aún por satisfechos. Debemos realizar plenamente la voluntad de Cristo.» El Papa recordó la primera piedra de este diálogo, puesta con tanta generosidad por Pablo VI y por el ex patriarca de Constantinopla Atenágoras. En realidad, los primeros pasos hacia la reconciliación de las dos iglesias, que se separaron clamorosamente en el año 1054, los había dado Juan XXIII. Después, el Concilio le dio el espaldarazo, y con él, los encuentros entre Pablo VI y Atenágoras en Jerusalén en 1964; en Estambul, en 1967, y en Roma, en 1970. En este proceso de acercamiento fue fundamental un gesto formidable de humildad de Pablo VI, el cual, en la Capilla Sixtina, acercándose durante una ce remonia hacia el grupo de delega dos ortodoxos, se puso de rodillas ante el metropolita Melitone, re presentante del patriarcado ecuménico, y le besó los pies. El ortodoxo, descompuesto, intentó repetir el gesto con el Papa, pero Montini no lo permitió, y lo abrazó.

Ahora, el papa Wojtyla vuelve al Vaticano del Oriente dispuesto a preparar la última etapa de la reconciliación y en vísperas del concilio panortodoxo de todas las iglesias acéfalas del mundo de la ortodoxia

Pero al mismo tiempo, Juan Pablo II tiene probablemente otras finalidades bien concretas con este viaje: él mira, como primer Papa eslavo de la Iglesia, a dar la batalla por la libertad religiosa de las iglesias ortodoxas de los países del Este comunista y, sobre todo, a poder entablar un diálogo con el patriarcado ortodoxo de Moscú. Si se diera la unidad de los doscientos millones de ortodoxos con la Iglesia católica, la penetración del cristianismo en los países comunistas podría tener un peso determinante.

Hay también quien afirma que Juan Pablo II desea ir a Turquía para «tornar el pulso al gran mundo musulmán», la mayor religión después del cristianismo y con la cual espera en un futuro poder establecer los primeros contactos.

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_