Grave enfrentamiento entre los cargos municipales y la ejecutiva socialista de Barcelona
Los concejales socialistas del Ayuntamiento de Barcelona, así como el alcalde de la ciudad, el socialista Narcis Serra, decidieron, casi por unanimidad y previa votación formal, no reconocer por el momento la recién elegida ejecutiva de Barcelona del PSC-PSOE, según informaron a este diario destacadas fuentes socialistas. Ello constituye un nuevo y duro golpe contra la tendencia que encabeza. el diputado Josépi M. (Raimond) Obiols. Esta tendencia coligada con sectores procedentes de la extrema izquierda se había impuesto a las demás -por 98 votos a favor y ochenta en contra- en ocasión de elegirse, el pasado día 11, la mencionada ejecutiva.El único concejal socialista que se opuso a esta decisión fue Enrique Truno, responsable del área de juventud del consistorio y seguidor de Obiols. La postura de los concejales socialistas se basa en el escaso margen de votos que obtuvo la nueva dirección y la bipolarización política que ello ha creado dentro del partido. Su finalidad sería intentar contribuir a una disminución de dicha bipolarización, y a la búsqueda de una ejecutiva local que no representara una imposición de un sector del partido sobre los restantes.
El acuerdo de los concejales socialistas evitó que tres concejales del autodisuelto PSOE catalán -opuestos a Obiols- llevaran a cabo su deseo inicial de dimitir. Se trata de Jorge Vallverdu, César López Vera y Gonzalo Crespo.
. En la tarde de ayer se reunió la ejecutiva del PSC-PSOE en la que se esperaba que tres miembros de la misma -Jove, Ferreiro y Sala, procedentes del PSC (congreso) y seguidores de Obiols- presentaran su dimisión. Pero resulta que se limitaron a no asistir, mientras que Joan Reventós informaba que el grave debate que había llevado a la amenaza de dimisión -la elección de la ejecutiva de Barcelona y las sanciones en la UGT- no figuraría en el orden del día, y que creía saber que ninguno de los tres dirigentes mencionados dimitiría. Con esas ausencias resultó que la ejecutiva que estuvo reunida ayer sólo contaba con tres miembros, procedentes del PSC-Congrés -Reventós, Ignacio Urenda y Esteve Tomás-, mientras que todos los restantes asistentes procedían del PSOE.
Con motivo de toda esta crisis, fuentes fidedignas informaron que Luis Fuertes, secretario general de la UGT de Cataluña, ha declinado el ofrecimiento de figurar en los primeros lugares de la lista de candidatos socialistas al Parlamento catalán. El pasado 20 de septiembre, inmediatamente después de que la coalición del sector Obiols y el de la extrema izquierda «entristas» -expresión que se usa para calificar a los sectores de extrema izquierda que entran en partidos más moderados para así aplicar mejor sus convicciones- se impusieran al sector procedente de la antigua federación del PSOE, tres altos dirigentes de la UGT informaron a este diario que, «si no hay un cambio radical en la política del PSC-PSOE, la UGT de Cataluña va a tener que replantearse si apoya o no a la lista socialista en las próximas elecciones al Parlamento de Cataluña». La decisión de Fuertes -calificada de firme y definitiva- constituye un paso hacia la posibilidad apuntada entonces.
Tres solicitudes de expulsión
Por otro lado, ayer fueron remitidas a la comisión de conflictos tres solicitudes de expulsión de la UGT, todas ellas directamente vinculadas con el problema en curso en el seno del partido. Se trata de Rafael Madueño y Julián Lázaro -ambos miembros del secretariado general de la UGT de Cataluña, cargo en el que habían sido cesados, pero sin solicitud de expulsión la semana pasada, y ambos procedentes de USO- así como Antonio Santiburcio, secretario de acción reivindicativa de la federación del metal.
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