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Giscard quiere convertir al Suroeste francés en un nuevo Texas

El Estado francés contribuirá, durante los próximos cinco años, con 15.000 millones de francos (250.000 millones de pesetas) a la realización del plan decenal del «gran Suroste», integrado por las tres regiones periféricas galas: Aquitania, Languedoc-Rosellón y Pirineos del Sur. Así lo anunció ayer, en esta última región, el presidente de la República, Valéry Giscard d'Estaing, al detallar el contenido del referido plan, destinado a revigorizar económicamente el suroeste galo y, con ello, amortiguar los efectos de la futura adhesión española a la Comunidad Económica Europea (CEE).Durante los tres últimos días, el presidente francés recorrió la región Pirineos del Sur, una de las tres periféricas del Suroeste que no fueron favorecidas por el crecimiento del último cuarto de siglo y cuya agricultura ahora se considera amenazada por la ampliación de la CEE y, de forma más concreta, por la «invasión» de los productos agrícolas españoles. El primer viaje, hace algunas semanas, condujo al presidente a Aquitania y posteriormente visitará el Languedoc-Rosellón, la región más hostil a la adhesión española.

A lo largo de los tres dias de discursos y reuniones, el presidente y sus interlocutores pronunciaron sin cesar el nombre de España. Giscard confirmó su actitud de principio favorable a la adhesión española y.subrayó, como en otras ocasiones, que este hecho convertirá al sur francés en una región-encrucijada de Europa que canalizará el mercado hacia el Sur. El alcalde giscardiano de Toulouse, Pierre Baudis, afirmó que «España no será un país competidor en los próximos años, porque su inflación constante y el alza de salarios sitúan sus precios a la altura de los nuestros».

El objetivo fundamental de este viaje consistía en presentar el plan del «gran Suroeste", que los comunistas y socialistas continúan valorando como «papel mojado» que el presidente utilizaría con fines electoralistas, cara a las presidenciales de 1981. Gíscard, por el contrario, presentó espectacularmente el plan, en la ciudad de Mazamet, en presencia del primer ministro, Raymond Barre, y de varios ministros, como el instrumento que convertirá al Suroeste en el «Texas francés» y que representará el modelo de un nuevo crecimiento, que él calificó de «sobrio»; es decir, un crecimiento no sólo cuantitativo, sino cualitativo, a pesar de la aparente oposición sistemática de los comunistas y socialistas (en Toulouse, anteayer, se manifestaron 20.000 personas contra la presencia de Giscard en la ciudad) en la elaboración del plan durante los últimos doce meses, han participado todas las fuerzas vivas de estas regiones. Por otra parte, más de 10.000 personas fueron consultadas para establecer el plan, que se realizaría a lo largo de los diez años próximos. Hasta 1985, el Estado aportará 15.000 millones de francos para su financiación, y durante los cinco años siguientes «el esfuerzo será semejante».

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