El Ejército boliviano insiste en un Gobierno tripartito encabezado por el coronel Natusch

Las fuerzas armadas bolivianas mantienen una «unidad monolítica» y su proyecto político se resume en la idea de un Gobierno tripartito encabezado por el coronel Alberto Natusch. Un comunicado en este sentido se ha emitido horas antes de que se reanudaran en el Congreso las negociaciones iniciadas el lunes entre el Parlamento y los sindicatos, por un lado, y el Ejército, de otro.

La reunión de la víspera acabó a la una y media de la madrugada, con una nota en la que las tres partes reconocían su buena disposición a un compromiso que saque a Bolivia del callejón a que ha sido conducida por el golpe de Estado del 1 de noviembre.Una gran tensión y una guerra psicológica abierta sirven de marco a las últimas horas de negociaciones entre los militares, el Parlamento y la Central Obrera Boliviana (COB). Las fuerzas armadas no han cedido públicamente un milímetro en sus planteamientos. El poder legislativo y la COB siguen haciendo de la desaparición del coronel Natusch una condición sine qua non de acuerdo.

La presidenta del Congreso, Lydia Gueiler, ratificó ayer que cualquier solución «ha de darse en el marco del respeto a la Constitución», pero nadie cree realmente en la fuerza del dividido Parlamento boliviano para imponer sus puntos de vista.

Desafiando a la COB y a las explicaciones de sus dirigentes, tres de las más importantes cuencas mineras del país: Siglo XX, Catavi y Colquiri, han decidido mantenerse en huelga.

Una amenaza de sanciones drásticas, formulada por el Ministerio de Minería, ha recibido inmediata respuesta de los líderes mineros, en forma de advertencia: la situación podría empeorar. Los últimos datos conocidos cifran en más de once millones de dólares las pérdidas en exportaciones de estaño por el paro de las cuencas de Potosí y Oruro.

Ayuda china

La cuarentena impuesta por el grupo andino al Gobierno de facto boliviano ha sido muy mal recibida en el palacio presidencial. El Ministerio de Asuntos Exteriores sugería ayer que Bolivia puede retirarse del pacto subregional si los restantes miembros del mismo siguen adoptando decisiones «en función de las informaciones de prensa que salen de este país, posible gracias a la total libertad informativa del Gobierno revolucionario institucional». Un miembro del Gobierno llegó a. decir a EL PAÍS que La Paz podría buscar inmediatamente la ayuda china.No cesan las peticiones de todos los sectores para que los militares vuelvan a los cuarteles. Incluso, dentro de las monolíticas fuerzas armadas, se han producido llamamientos de altos oficiales. El ex jefe de Estado Mayor, general Terrazas, expresaba ayer públicamente su adhesión a la figura del presidente constitucional Guevara Arze. El teniente coronel de Aviación Rodríguez Bravo, hasta hace poco colaborador de Terrazas, dijo textualmente: «El 95% de los militares estamos cansados de convulsiones políticas fruto de ambiciones personales.»

El jefe del ejército de tierra, general Luis García Mesa, se ha convertido en el portavoz de las adhesiones castrenses a Natusch. La figura del comandante en jefe de las tres armas, Edén Castillo, no siempre avala los comunicados militares. Nadie parece conocer a ciencia cierta las posiciones de la fuerza aérea y la armada.