Parece inminente una solución de compromiso en la grave crisis boliviana
Por quinto día consecutivo, La Paz, capital de Bolivia, fue escenario de sangrientos incidentes, como consecuencia de la creciente resistencia al golpe militar encabezado el jueves por el coronel Alberto Natusch, mientras se negociaba una solución a la crisis con la mediación de la Iglesia y algunos sectores militares, cuyo primer resultado ha sido la reapertura del Congreso. El propio coronel Natusch y el presidente del Senado han hablado ayer de que una salida a la actual situación está próxima y han hecho llamamientos a la calma.
A pesar de la intensificación de la represión, del establecimiento el domingo de la ley marcial y la censura de prensa, la oposición civil al golpe militar -en la que está desempeñando un papel crucial la Central Obrera Boliviana- está haciendo tambalear al régimen militar que trata de implantar el coronel Natusch.En las últimas 48 horas, el saldo de los enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas del Ejército ha provocado cerca de cuarenta muertos. El domingo, dos aviones de la Fuerza Aérea boliviana ametrallaron concentraciones de manifestantes en La Paz.
Ayer, patrullas militares fuertemente armadas y con apoyo de carros blindados patrullaron por el centro de la capital, dispersando aglomeraciones de personas.
Desde primeras horas de la mañana, grupos de resistentes levantaron pequeñas barricadas en los alrededores de la Central Obrera Boliviana (COB).
Los carros de combate, con apoyo de fuerzas de infantería, han despejado las barricadas y han alejado a los grupos que se habían reunido en las cercanías de la COB.
Cerca de mediodía, aviones de la Fuerza Aérea realizaron vuelos rasantes y de vigilancia. Informes llegados desde los barrios periféricos, especialmente de las zonas fabriles de Pura-Pura y Achachicala, señalan que los obreros también han levantado barricadas.
Desde radio Illimani, emisora estatal, se realizan persistentes llamamientos a la calma. La radio dijo que el coronel Alberto Natusch «busca una solución efectiva a la crisis», pero no especificó de qué tipo.
La huelga general desencadenada por la COB es considerada la prueba más importante para el régimen de Natusch, que asumió el poder el pasado jueves en la madrugada, tras un golpe de Estado que derrocó al presidente constitucional interino, Walter Guevara.
El régimen ordenó el domingo la vuelta al trabajo de los empleados y obreros, pero las actividades en La Paz están paralizadas por quinto día consecutivo.
Por otro lado, según los observadores, la falta de un apoyo total por parte de las fuerzas armadas al coronel Natusch habría impedido la consolidación de su régimen y habría facilitado la apertura de negociaciones para encontrar una solución al conflicto.
Intervención de la Iglesia
La Iglesia boliviana intervino ayer para mediar entre el Gobierno militar del coronel Alberto Natusch y el Gobierno paralelo del doctor Walter Guevara Arze, a fin de hallar una salida pacífica a la convulsionada situación política boliviana.
Monseñor Genaro Prata, gran canciller de la Universidad Católica Boliviana, inició reuniones con el coronel Alberto Natusch y representantes del anterior Gobierno para escuchar y comunicar a las partes sus puntos de vista acerca de la solución del conflicto político que interrumpió violentamente el proceso democrático boliviano.
El Gobierno de Natusch estaría dispuesto a entregar el poder a otro que no sea el doctor Walter Guevara Arze, en tanto que este último reclama la restitución de su mandato, así como la reinstalación del Congreso.
El presidente del Senado, Leónidas Sánchez, ha anunciado, a través de la emisora estatal, que la «solución para la crisis está próxima».
Sánchez ha hecho un llamamiento a la pacificación, y convocó a senadores y diputados al palacio legislativo para celebrar una urgente reunión.
En medio de estas negociaciones, el ex presidente de la República, Luis Adolfo Siles Salinas, surgió ayer como el «hombre de transación» para la solución de la crisis. Siles Salinas fue convocado a primera hora de la tarde al palacio de Gobierno.
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