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ASTURIAS

Delincuencia mafiosa en el barrio gijonés de Cimadevilla

Varias amenazas de muerte dirigidas por teléfono al presidente de la Asociación de Vecinos de Cimadevilla han sido las primeras respuestas a la intensa acción policial llevada a cabo sistemáticamente, durante los últimos quince días, en el viejo barrio gijonés de pescadores, a petición del alcalde socialista de Gijón, José Manuel Palacio. En las sucesivas acciones policiales han sido detenidos numerosos delincuentes e incautadas armas blancas y drogas. Diariamente la policía procede, por orden del gobernador civil, al control de unos sesenta vehículos y a la solicitud de la documentación correspondiente de sus propietarios, así como a la identificación de centenares de personas.Las noches de Cimadevilla se han convertido, desde hace tiempo, en un preocupante foco de delincuencia que, en ocasiones, presenta un aparente componente mafioso. En este barrio pasaron sus últimas horas algunas de las personas encontradas muertas en circunstancias nunca esclarecidas: un joven de Candas, un pintor ovetense y, más recientemente, el popular homosexual Rambal, forman parte de ese capítulo de muertes enigmáticas.

De los dos primeros, uno de ellos apareció en el mar, y el otro en la dársena local. Rambal, una institución en el barrio y principal animador de las fiestas de La Soledad, en las que actuaba vestido de tonadillera, pereció en un incendio ocurrido en su propia casa. Los tres casos siguen abiertos, sin una explicación satisfactoria para los frecuentadores de la nuit de Cimadevilla, plagada de chulos, delincuentes, navajeros, gaypower, drogas y prostitución.

Cimadevilla es la zona más antigua de Gijón se encuentra situada en una colina frente al mar, al lado del viejo puerto. La parte occidental del barrio es el mejor exponente del playismo, condición exhibida con orgullo por sus habitantes, los playos, que vivieron siempre en contacto con el Cantábrico. Cimadevilla es hoy una contestación rotunda al convencionalismo. El encanto de sus chigres encuentra su contrapunto en la peligrosidad de la noche, que acaba de ser peinada por la policía. La réplica de la delincuencia no se ha dejado esperar, en forma de serias amenazas al presidente de la Asociación de Vecinos, el primero en dar la señal de alarma.

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