Vietnam, "responsable" de la defensa de Camboya y Laos
Vietnam afirmó ayer su responsabilidad en la defensa, no sólo de su territorio nacional, sino también de Camboya y Laos en lo que constituye un paso más hacia la integración de Indochina bajo la dirección de Hanoi, opinan los observadores. A estas declaraciones de Hoang Tung, miembro del Comité Central del PC vietnamita, el ministro de Defensa tailandés, Prem Tinsulanonda, replicó ayer asegurando que su ejército estaba dispuesto a hacer frente a «toda eventualidad ». Bangkok ha pedido a la ONU que envíe observadores a su frontera con Camboya.Por otra parte, la decisión de las autoridades de Bangkok de desplazar a los refugiados camboyanos instalados en la zona fronnteriza hacia el interior del país está provocando la huida masiva de refugiados que, acatando órdenes de los jmers rojos, vuelven a Camboya. Unicos puntos positivos en el panorama del sureste asiático: la aprobación por la Cámara de Representantes de EEUU de una ayuda humanitaria de treinta millones de dólares para Camboya, al mismo tiempo que la aceptación por Camboya y Malasia de la propuesta de Francia de celebrar el 5 de noviembre, en la ONU una conferencia sobre la ayuda humanitaria a Camboya. China, se teme, acogerá negativamente la iniciativa francesa.
El martes, el Consejo de Ministros de la CEE fijará el monto de la segunda entrega de ayuda comunitaria a Camboya y, a finales de noviembre, la Comisión Europea tomará probablemente una decisión favorable sobre la reanudación de sus entregas alimenticias a Vietnam.
El rápido deterioro, desde principios de mes, de las relaciones entre Vietnam y Tailandia genera entre ambos países un conflicto que rebasará en breve los límites verbales y diplomáticos, estiman los observadores en Hanoi. Uno y otro, aunque reafirman con convicción querer evitar todo enfrentamiento armado, parecen arrastrados por un engranaje cuyo mecanismo no están en condiciones de frenar.
Vietnam, tras haber instalado en Phnom Penh a un régimen amigo, considera vital defender a cualquier precio su postura en Camboya. De lo contrario, la «tenaza» china le podría acorralar. Hanoi sabe que una guerra con Tailandia le obligaría a un esfuerzo militar suplementario muy difícil de soportar y le privaría de los escasos apoyos de los que aún dispone fuera del bloque soviético. Pero, sobre todo, tal enfrentamiento daría a China motivos para infligirle una segunda «lección» con la aprobación, por lo menos tácita, de la opinión mundial.
A pesar de esto, Hanoi no parece, en absoluto, decidida a retirar sus tropas de Camboya. «Si nos vamos ahora de Camboya», aseguran fuentes fidedignas vietnamitas, «mañana Pol Pot o cualquier otra marioneta será instalado en Pnom Penh por China, y pasado mañana Pekín, que nos tendrá atenazados, acabará por triturarnos. No tenemos opción. Esto Tailandia debería entenderlo. »
Pero Tailandia tampoco parece tener opción entre profesar la «neutralidad» y observarla realmente. Bangkok teme la consolidación en su frontera de un bloque indochino comunista que podría suscitar, en breve, disturbios internos en Tailandia.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.