Pro y contra del aborto

He seguido los últimos días lo que ha publicado su periódico acerca del juicio realizado en Bilbao como consecuencia del aborto de once mujeres. Yo siempre he estado en contra del aborto, pero, al leer las declaraciones de seis de estas mujeres, he podido llegar a comprenderlas, aunque en una mínima parte; pero cuál fue mi indignación al coger el periódico el sábado y leer que más de mil mujeres han firmado diciendo que ellas han abortado voluntariamente, y que entre ellas haya mujeres de alto nivel económico, mujeres sin disculpa alguna, que declaran haber asesinado, porque, como bien sabemos todos, en el momento en, que se produce la fecundación allí hay una vida, un ser como cualquier otro, que está empezando a vivir, por tanto, según una lógica natural, si se le mata, se comete un homicidio.La gente se escandaliza cuando la realización de un acto terrorista lleva aparejada la muerte de una persona; sin embargo, estas mujeres declaran haber abortado concienzudamente, haber matado a una persona cada una, y en algunos de los casos utilizan el ser unas asesinas como un hecho de publicidad personal. ¿Las juzgarán siquiera? No, seguramente ni eso. ¿Cómo podemos consentirlo? ¿Hasta qué extremo de inhumanidad vamos a llegar?

Parece mentira que nos llamemos animales racionales. ¿A qué animal se le ocurre atacar a un cachorro?, y hablo de un cachorro, que al fin y al cabo ya ha salido del vientre de su madre y puede correr para evitar la muerte, mientras que el feto no tiene defensa alguna; esta brutalidad sólo se le podría ocurrir al hombre.

Yo me entristezco y me indigno al pensar que el hombre, único ser capaz de razonar, sea el que más actos irracionales comete.