Policía municipal de Madrid detenido por matar a un joven de un disparo

El juez de Instrucción de Navalcarnero tomará declaración, mañana viernes, a las once horas, a los testigos presenciales de la muerte de Antonio Carrión Bermejo, ocurrida en la noche del pasado domingo, en un bar del municipio madrileño de Cubas de la Sagra, como consecuencia de los disparos presuntamente efectuados por Sergio Angel Casarrubio, policía municipal de Madrid.

Los hechos tuvieron lugar, hacia las diez de la noche, en el bar El Quiosco, de la localidad de Cubas de la Sagra, cuando un grupo de muchachos y muchachas celebraban la despedida de solteros de Antonio Carrión y de su novia, Rosa María Robles. Unos vecinos de mesa les llamaron la atención, por estimar que daban demasiadas voces, a lo que ellos respondieron que no era para tanto.En el transcurso de la celebración se derramaron unos vasos de bebidas, por lo que la discusión de los presentes subió de tono y aparecieron los insultos, que, según versión de los jóvenes, eran frases groseras y ofensivas para las chicas. Llegados a este punto, los muchachos optaron por marcharse. En el momento en que salían del bar, algunos clientes prosiguieron con los insultos, y parece ser que un camarero, Felipe Higueras, les amenazó con un cuchillo.

Una vez fuera del local, algunos clientes, entre los que se encontraba Sergio Angel Casarrubio, policía municipal del Ayuntamiento de Madrid, agredieron a las muchachas de las tres parejas que formaban el grupo y a dos hermanas de Rosa María Robles, menores de edad. Al intentar sus compañeros repeler la agresión, el agente municipal de Madrid, que vestía de paisano, sacó una pistola. Según testigos presenciales, la montó y efectuó un disparo que atravesó una mano de José Ignacio Castellanos Calzón, de veinte años. Parece ser que la misma bala continuó su trayectoria y se alojó en los pulmones de Antonio Carrión Bermejo, que se encontraba detrás del anterior, aunque otros testigos manifiestan que el policía efectuó varios disparos. Seguidamente, los agresores impidieron que se socorriese a los heridos, bajo amenaza de nuevos disparos. Mientras tanto, continuaron las agresiones a las jóvenes, produciéndoles numerosas heridas y contusiones.

José Ignacio Castellanos, herido en una mano, ante la imposibilidad de socorrer a su compañero tendido en el suelo, por impedírselo los agresores, comenzó a correr por las calles del pueblo pidiendo socorro. Pero no consiguió ayuda de nadie. Cuando ya había transcurrido bastante tiempo y Antonio Carrión se estaba desangrando, Domingo de Agustín, estudiante de Medicina, que se encontraba en el bar, intentó tapar en lo posible la brecha abierta por el disparo y realizar los primeros auxilios.

Asustado por el estado de la víctima, el mismo policía municipal se brindó a trasladar a Antonio Carrión, a su novia, al otro herido y al estudiante de Medicina a la Ciudad Sanitaria Primero de Octubre, donde tiempo después fue ingresado, ya cadáver, el citado joven.

Una vez llegados al hospital, el policía municipal regresó al lugar de los hechos y se presentó en el cuartel de la Guardia Civil de Griñón, de donde es vecino, ya que en Cubas de la Sagra no hay puesto del cuerpo. Posteriormente, Sergio Angel Casarrubio pasó a disposición del Juzgado de Instrucción de Navalcarnero, jurisdicción a la que pertenece Cubas de la Sagra, y, según informaciones de este departamento, se encuentra detenido en el depósito de dicho juzgado.

Próxima boda

Hacia las dos y media de la tarde del lunes fue enterrado, en el cementerio de Carabanchel Antonio Carrión, que de la Ciudad Sanitaria Primero de Octubre había pasado al Instituto Anatómico Forense. El comité de empresa, compañeros de trabajo y los acompañantes agredidos se concentraron en el cementerio, y, posteriormente, colocaron varias coronas de flores en el lugar donde la víctima había sido mortalmente herida.

Antonio Carrión Bermejo, de veintidós años, era tornero de profesión y trabajaba en FOCSA, empresa dedicada a la construcción y a la recogida de basuras en varias poblaciones. El pasado domingo había participado en un partido de balonmano defendiendo los colores del Canal de Isabel II, equipo al que pertenecía. Era el mayor de dos hermanos y desde la muerte de su padre mantenía económicamente a su familia. Estaba prometido con Rosa María Robles y pensaban casarse próximamente, para lo que habían adquirido un piso en Móstoles. Después del partido del domingo había ido a comer a la casa de su novia, en Griñón, donde había permanecido hasta momentos antes de acudir al bar de Cubas de la Sagra, donde ocurrieron los hechos.

Los familiares de la víctima manifestaron a EL PAÍS que no habían presentado en la tarde de ayer la correspondiente denuncia porque deseaban tener previamente una versión completa de los hechos.

El comité de empresa de FOCSA se reunió a última hora de la tarde de ayer para estudiar las posibles acciones legales a emprender para esclarecer totalmente los hechos que acabaron con la vida de su compañero.