La ponencia conjunta comenzó el estudio del Estatuto gallego

La ponencia conjunta Comisión Constitucional-Asamblea de Parlamentarios de Galicia, que viene estudiando el Estatuto de Autonomía para aquel territorio, analizó ayer los diez primeros artículos del proyecto. Ocho de ellos fueron aprobados, y otros dos quedaron aparcados para sucesivas reuniones. Al mismo tiempo, los partidos de izquierda y nacionalistas se reservaron el derecho a intervenir en el pleno que habrá de celebrar la Comisión Constitucional para dictaminar el Estatuto, por estar disconformes con diversos puntos de los artículos que fueron refrendados. Los debates se caracterizaron por una gran minuciosidad y lentitud en las discusiones, «propias de juristas, que además son gallegos», en palabras de Emilio Attard.El señor Attard manifestó al concluir la reunión de ayer que las divergencias de la Asamblea proponente son la causa de la premiosidad en el trabajo: a este respecto sugirió a los componentes de la misma que se reuniesen para elaborar propuestas comunes antes de reanudar los debates el próximo jueves. Al parecer, fueron numerosas las discrepancias entre los representantes de UCD, tanto en la propia Asamblea de Parlamentarios, como entre éstos y los portavoces del partido centrista a nivel estatal, Alberto Oliart y Rodolfo Martín Villa. Anoche no se descartaba que los miembros de UCD en la ponencia se entrevistasen hoy con el presidente Suárez en el transcurso del Pleno que celebrará el Congreso, para unificar criterios.

Los artículos aparcados son los relativos a la lengua y a la condición de gallego. La izquierda y los nacionalistas intentan conseguir sobre este particular que los habitantes de la comunidad autónoma tendrán el deber de conocer el gallego y, por otra parte, piden que se aluda a los emigrantes a la hora de definir quiénes podrán disfrutar de los derechos establecidos en este Estatuto. Fue aceptado, en cambio, el reconocimiento de Galicia como nacionalidad histórica, cuestión a la que se opuso en primera instancia el señor Martín Villa. Los únicos artículos que fueron aprobados sin reserva alguna fueron el sexto, que describe la bandera de Galicia, y el séptimo, que establece la posibilidad de que a las comunidades gallegas asentadas en el extranjero les sea reconocida su galleguidad.