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UCD reitera su posición contraria a la despenalización del aborto

El secretario de Estado para la Información, Josep Meliá, dijo ayer que está en contra de la despenalización del aborto, y que el Gobierno parte del sistema jurídico vigente, en el que se penaliza la interrupción dell embarazo, y de la filosofía política expuesta durante la campaña electoral del partido en el Gobierno.

Las declaraciones del portavoz gubernamental se produjeron tras los numerosos encierros y manifestaciones del fin de semana en solidaridad con las once mujeres que serán juzgadas el viernes en Bilbao y en petición de la despenalización del aborto.Después de los actos del sábado en diversas provincias, que acabaron en su mayor parte reprimidos con dureza por la policía, más de cinco mil personas, integrantes de grupos feministas, partidos políticos, centrales sindicales e independientes, se manifestaron el domingo en Barcelona, en protesta por el juicio de la capital vizcaína y a favor de la libertad de las detenidas en Sardañola, encarceladas en la Trinidad. La manifestación recorrió durante una hora el centro de la ciudad y terminó en la plaza de Cataluña, donde en aquellos momentos se celebraba una fiesta pro Estatuto.

Una representación de la coordinadora feminista utilizó el video y la megafonía de la fiesta para leer un comunicado. Aborto libre y gratuito y Amnistía para la mujer fueron los gritos más coreados. La policía acordonó la plaza de Cataluña, pero no se registraron incidentes.

En Bilbao, según informa Joaquina Prades, la Policía Nacional disolvió el domingo una manifestación de unas 5.000 mujeres (o 10.000, según la Coordinadora de Asociaciones Feministas), que desfilaron desde el Arenal hasta la Dlaza Circular a los gritos de Amnistía para las once mujeres procesadas y No es casualidad que quienes no paren prohíban abortar.

La manifestación transcurría sin incidentes por las calles del centro de Bilbao, en dirección al Palacio de Justicia, cuando las fuerzas de la Policía Nacional, que habían concentrado gran número de efectivos, interrumpieron el paso al grupo que encabezaba la marcha, ante lo que la multitud salió corriendo y la concentración quedó disuelta en menos de diez minutos. Poco después, se sucedieron varios saltos en algunos puntos de la ciudad, también disueltos por la policía, en algunos casos con pelotas de goma.

Con esta manifestación concluía un largo fin de semana de lucha en favor de las mujeres que serán juzgadas el próximo viernes. Los actos de protesta comenzaron en la mañana del sábado, cuando un grupo de mujeres intentaron encerrarse en la Diputación, de donde salieron al cabo de pocos minutos para ser trasladadas a la comisaría y, tras ser identificadas, puestas en libertad. Por la tarde, unas ochocientas mujeres se encerraron en el Ayuntamiento hasta elmediodía del domingo, hora en que estaba convocada una concentración autorizada por el Gobierno Civil. En este acto las mujeres de la asamblea leyeron un manifiesto muy crítico hacia todasaquellas instituciones que -a juicio suyo- oprimen el derecho de la mujer a disponer de su propio cuerpo. «La Iglesia», dijeron, «esa institución que ha considerado desde su origen a la mujer como ser inferior; que prioriza la vida del feto antes que la vida de la madre; esa Iglesia que prohíbe la contracepción y el aborto, no tiene escrúpulos a la hora de los beneficios económicos, cuando el Vaticano es uno de los mayores accionistas de Organon, la empresa que fabrica las pastillas anticonceptivas que toman millones de mujeres; esa misma Iglesia que no ha tenido escrúpulos para bendecir guerras y cruzadas en pro de la cristiandad.»

También atacaron duramente a «ese sector de la clase médica, precisamente aquellos que se están declarando antiabortistas, que son los mismos que en la ilegalidad sacan grandes beneficios realizando abortos en sus clínicas privadas. Son aquellos para quienes el cuerpo de la mujer es sólo un objeto de lucro, y son los mismos que se atreven a dogmatizar sobre nuestra vida».

Respecto al tema concreto de las mujeres procesadas, dijeron: «Estas mujeres que van a ser juzgadas no son unas criminales, aunque así hayan sido tratadas. Son mujeres del pueblo, cargadas de hijos, a las que los médicos les negaron los anticonceptivos. No son las únicas; son una gota en el mar de las miles de mujeres que abortamos cada año.»

En Madrid, unas quinientas mujeres se manifestaron, también el domingo, ante el Colegio de Médicos, con pancartas que pedían Derecho al aborto y que éste sea libre y gratuito. La concentración fue disuelta.

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