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Carcesa (grupo INI) alquila la planta de Conservas de Badajoz (grupo Fierro)

La empresa Conservas de Badajoz (Cobasa), dedicada a la producción y comercialización de tomate enlatado, fue arrendada el pasado mes de abril por Carcesa (grupo INI), ante las amenazas de cierre de la factoría por parte de sus propietarios, el grupo financiero de la familia Fierro. El contrato de arrendamiento incluye una opción de compra por el holding estatal, que deberá ser decidida antes del próximo mes de marzo.

La planta de enlatado de tomate de Cobasa es una de las más modernas de España, dotada de una maquinaria de alta tecnología, pero, según los técnicos, adolece de una excesiva dimensión y cuenta con una plantilla superior a los cien trabajadores, lo que dificulta sensiblemente sus posibilidades de competitividad en el mercado. Desde su constitución, la empresa se ha enfrentado a importantes problemas de comercialización, derivados en cierta medida de la falta de tradición en el sector alimentario del grupo Fierro. A partir de estas y otras dificultades, que habían provocado una cuenta de resultados negativa en Cobasa, al menos en los tres últimos ejercicios, se intentó experimentar la comercialización de los productos elaborados por los canales de las empresas Fosforera Española y Fósforos del Pirineo, ambas integradas en el grupo Fierro. La experiencia fue tan desafortunada que, mientras las campañas publicitarias -incluida la TV- promocionaban la marca De Soto, los distribuidores zonales carecían de las elementales existencias del producto.Durante el pasado mes de abril, los hermanos Fierro entraron en contacto con los dirigentes del sector de alimentación del Instituto Nacional de Industria (INI), a los que sugirieron la posibilidad de vender la empresa Cobasa, ya que para la actividad de su grupo resultaba poco interesante mantenerla en producción. Paralelamente, medios próximos a la Administración comenzaron a recibir presiones en el sentido de que Cobasa iba a cerrar sus puertas, dejando sin empleo a un centenar de trabajadores, por lo que acaso motivaciones sociales aconsejaran su traspaso al sector público.

Las negociaciones entre los máximos dirigentes del INI y los hermanos Fierro se aceleraron a finales del mes de abril, culminando en un acuerdo por el que la sociedad Carcesa (grupo INI) arrendaba la factoría de Cobasa durante la presente campaña, reservándose el Instituto una opción de compra sobre los activos de la empresa. Esta opción de compra, suscrita entre el INI y los hermanos Fierro, deberá ser ejercitada en su caso antes del próximo mes de marzo, según se establece en el contrato. En el caso de que el INI decidiera ejercer la opción de compra, se realizaría una auditoría independiente para la tasación de los activos -todos o parte- que el holding público deseara adquirir, con un precio tope máximo que ya ha sido fijado en el aludido contrato. Caso de que la decisión del INI fuera en el próximo mes de marzo no ejercer la opción de compra, el contrato de arrendamiento se daría por concluido y la explotación de Cobasa sería nuevamente responsabilidad de sus propietarios, los hermanos Fierro.

Fuentes próximas al INI justifican la operación como un medio de reforzar la penetración de Carcesa en el mercado, justamente por aquella parte de su actividad que funciona mejor. Los mismos medios descartan una posible repercusión de este asunto en la difícil situación por la que atraviesa Carcesa (véase EL PAIS de 13 de octubre), cuyas pérdidas para este año se estiman en torno a los setecientos millones de pesetas. Según los directivos de Carcesa, la explotación de la planta de Cobasa ha permitido reforzar la presencia en el mercado de la marca Aplis, ya dedicada al tomate, especialmente por la vía de la diversificación de tamaños y calidades que permiten las modernas instalaciones de Cobasa. Las mismas fuentes indicaron que tampoco puede hablarse de que ello vaya a suponer un incremento de pérdidas en el actual ejercicio, pues la explotación de Conservas de Badajoz puede resultar hasta rentable en este año, dado el notable incremento de las exportaciones, especialmente hacia Latinoamérica. Ninguna de las fuentes consultadas quiso, sin embargo, facilitar la cifra exacta que importa el alquiler estipulado en el contrato entre los grupos INI y Fierro. La producción total de la planta de Cobasa pudiera rebasar este año los 1.200 millones de pesetas en ventas.

En medios financieros de Madrid se viene detectando, desde hace varios meses, una intención desinversora de la familia Fierro, encaminada a potenciar una progresiva concentración de sus negocios. Varias empresas del grupo atraviesan en estos momentos por dificultades y en otras se intuyen perspectivas poco alentadoras. Desde la venta del Banco Ibérico al Central, efectuada hace dos años, los rumores sobre una salida de España de los hermanos Fierro han circulado insistentemente en medios económicos de Madrid. En los últimos meses, estos rumores se han concretado en los contactos mantenidos por la familia para ofertar algunas de sus más importantes participaciones empresariales.

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