Alfonso Guerra, nuevo presidente del grupo parlamentario del PSOE
Alfonso Guerra es el nuevo presidente del Grupo parlamentario Socialista, y Gregorio Peces-Barba continúa como secretario general del mismo, con Virgilio Zapatero como secretario general adjunto. Estas son las decisiones más importantes adoptadas ayer por dicho grupo respecto a su comité de dirección, en el que no figura Felipe González, a fin de diferenciar las funciones del secretario general y del portavoz parlamentario.
Felipe González pasa a ocuparse de sus tareas representativas y políticas como líder del partido, y a coordinar una serie de actividades del mismo -internacional, sindical, autonómica, cultural, sectorial y la secretaría de estudios y programas, que constituye el gabinete técnico del PSOE-, mientras que Alfonso Guerra desempeñará el papel de portavoz en el Congreso de los Diputados y se responsabilizará de las consultas y negociaciones políticas que su partido pueda establecer en el ámbito parlamentario.Al mismo tiempo desaparecerán del comité permanente del Grupo Socialista los tres vicepresidentes -Alfonso Guerra era ahora uno de ellos, y no será sustituido, al igual que Javier Solana y Enrique Múgica- y en su lugar se crean tres nuevas secretarías de áreas. José Vida, diputado por Granada, coordinará los temas sociales; Enrique Barón, diputado por Madrid, se ocupará de los económicos, y Félix Pons, diputado por Baleares, atenderá los temas jurídicos.
Como se preveía, esta nueva organización parlamentaria deja la dirección de la actividad de los diputados en manos de Alfonso Guerra, asistido por Gregorio Peces-Barba, y no se establece una duplicidad de cargos y funciones respecto a los demás miembros de la ejecutiva, que también estaban antes en la dirección del grupo parlamentario, que se responsabilizarán estrechamente de sus secretarías.
Toda la estrategia parlamentaria del PSOE estará orientada, según un portavoz cualificado del partido, a ejercer una labor de «oposición responsable» en esta legislatura, pero sin caer en pasados consensos o en «repartos de papeles» entre el Gobierno y el primer partido de la oposición. En algunos aspectos, el PSOE piensa presentar proposiciones propias, y va a reclamar una «participación activa en la elaboración de las leyes orgánicas», lo cual «no justifica», según el mencionado portavoz, «que vuelvan a agitarse los fantasmas de acuerdos subterráneos con otras fuerzas políticas».
En otro orden de cosas, el grupo parlamentario del PSOE tuvo conocimiento de la decisión de la ejecutiva de mantener a Luis Gómez Llorente como vicepresidente del Congreso, pese a la dimisión presentada por éste último. El señor Gómez Llorente expresó a los diputados su aceptación del cargo. Queda un puesto vacante en la Mesa del Congreso: el de la secretaria María Izquierdo, que ha de ser negociado con UCD para que la sustitución de la misma no ocasione al PSOE la pérdida de ese puesto en la Mesa de la Cámara.
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