El Ejército marroquí limita los permisos por temor a las deserciones
El aeropuerto de la ciudad de Smara fue destruido durante la batalla que enfrentó a marroquíes y polisarios el pasado día 6, según el FP, y esa fue la causa del retraso en la visita de los periodistas extranjeros residentes en Rabat, que hoy, según parece, visitarán por fin la capital del desierto.
Según afirman los guerrilleros saharauis, la torre de control y el sistema de radar del aeropuerto fueron destruidos en el ataque. Las pistas de la base aérea de Smara habían sido ampliadas después de la descolonización española para que en ella pudieran aterrizar los Mirage marroquíes.
Según hemos podido saber por los prisioneros marroquíes que se entregaron durante la batalla, el ataque comenzó a primeras horas de la mañana del día 6, después de que el día anterior hubiese tenido lugar alguna escaramuza. Las primeras en caer fueron varias de las posiciones que rodean la ciudad en un radio de unos catorce kilómetros.
Los polisarios rompieron el cerco por varios frentes. Una de las brechas que quedó abierta estaba en el Sur, precisamente en uno de los lugares por el que el aeropuerto resultaba más accesible. Más de 3.000 civiles y 6.000 militares residían en Smara. Es difícil calcular los efectivos saharauis que, teniendo en cuenta la envergadura y la duración de la batalla, deberían de ascender a varios miles.
El Frente Polisario sigue manteniendo que la ciudad estuvo durante varias horas en sus manos. La muerte del coronel que mandaba Smara, Driss Benaceur, confirmada por Marruecos, abona las tesis saharauis. Todo hace suponer que, por lo menos, los polisarios lograron penetrar en la ciudad.
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