Represión en Irán

Leí con asombro en el diario que usted dirige la reseña sobre la ejecución en Irán del director de la organización El León y el Sol Rojos, equivalente en ese país a la Cruz Roja, acusado de «malversación de bienes públicos, incitación a la corrupción y estrecha colaboración con el régimen anterior»; las ya preclaras violaciones de los derechos humanos en ese país me hacen dudar de la veracidad de dichas acusaciones.Yo, como seguramente la mayoría de las personas que se consideran demócratas en este paraíso de la injusticia, admití con cautela la caída del régimen del sha de Irán, ante la posible mejora de la situación del pueblo iraní; pero ya mi espanto ante la terrible represión sufrida por dicho pueblo ha llegado a su cénit: las ejecuciones sin el más mínimo respeto a los derechos humanos, la no existencia de un estado de derecho, la dominación de un pueblo que clama por su libertad provocan la indignación de cualquier ser consciente que luche porque prevalezca la paz ante el rencor.