El Ayuntamiento quiere suprimir los motores diesel en taxis y autobuses

El tráfico rodado, en general, y los vehículos que funcionan con motor Diesel, en particular, son los mayores responsables de la contaminación ambiental en Madrid, según se desprende de un estudio elaborado en la Delegación de Saneamiento y Medio Ambiente, en el que también se señala un notable aumento de contaminantes durante los últimos días.

El citado estudio se ha realizado en cuatro puntos de Madrid, considerados habitualmente como los más contaminados: San Bernardo, Gran Vía, Conde de Peñalver y avenida de Moratalaz. Se trata de zonas que registran una importante y constante afluencia de tráfico rodado. En ellas, aunque los niveles de contaminación actuales no llegan a ser alarmantes, los resultados son un claro aviso de la necesidad de tomar medidas urgentes.De la contaminación de estas zonas, sólo un 25% corresponde a las calefacciones, tras la sustitución del gas-oil por el gasóleo-C, y el resto procede de los vehículos a motor. De éstos, tal como se decía al principio, los realmente contaminantes son los que funcionan con motor Diesel. En estos momentos, taxis, autobuses y camiones son casi los únicos vehículos que funcionan con este tipo de motor.

A la vista de los resultados, el delegado de Saneamiento, Manuel Mella, considera que la única medida eficaz para reducir la contaminación por partículas en suspensión es controlar estrechamente la sustitución obligatoria de los motores Diesel por los de otro tipo de combustible.

El señor Mella asegura que si todos los taxis funcionaran con gases licuados de petróleo desaparecería la contaminación de humos que producen estos vehículos. Para los vehículos de transporte público y de reparto y servicios será obligatorio la utilización de un doble sistema de combustible. De esta forma, está prevista una disminución de más de un 30% de los agentes contaminantes ambientales.

El cambio de combustible supone la ventaja -aseguran los responsables de la Delegación- de que, al igual que ocurrió con los sistemas de calefacción, la reducción de la contaminación se produce de una manera global e inmediata, a la vez que se evita una impopular e infructuosa persecución de los vehículos que contaminan el medio ambiente.

No obstante, y en el caso de que el cambio de combustible no se consiga aplicar de una manera voluntaria y rápida, está prevista una rigurosa persecución del usuario del motor Diesel, a los que se les aplicarán las mayores sanciones que sobre esta materia contemple la ordenanza.