Apoyo francés a la integración portuguesa en la CEE

El presidente portugués Antonio Ramalho Eanes se encuentra desde ayer en París, en visita oficial de tres días, durante la cual mantendrá conversaciones con el presidente Giscard d'Estaing y otras autoridades francesas.

La prensa francesa y la portuguesa subrayan el carácter puramente formal de esta visita, de la cual el único resultado concreto parece reducirse al mensaje personal dirigido por Giscard d'Estaing al jefe del Estado portugués, antes de iniciarse su visita.

En esta carta, ampliamente divulgada en Portugal, el presidente francés aseguraba a su colega portugués su apoyo personal a la integración de Portugal en la CEE y reiteraba que los numerosos trabajadores portugueses en Francia no serían afectados por las medidas de expulsión que el Gobierno francés va a adoptar contra los emigrantes.

El tema de la emigración es uno de los más sensibles de las relaciones luso-francesas. Con sus familias, son cerca de 900.000 las personas que componen la emigración portuguesa en Francia. Hoy constituye el mayor contingente de mano de obra extranjera en Francia y su eventual regreso en masa es una amenaza.

A pesar de las afirmaciones tranquilizadoras de París, fuentes sindicales francesas y portuguesas desmienten la existencia de un tratamiento preferencial en relación a los portugueses. Son ya cerca de 25.000 los trabajadores que regresaron a Portugal al abrigo de las disposiciones especiales de indemnización.

De momento, el único punto importante de las relaciones luso-francesas es el llamado proyecto Renault, cuyo lanzamiento se desarrolla de manera «satisfactoria», en opinión de las autoridades portuguesas. Otras fuentes afirman, sin embargo, haber sufrido ya serias reducciones. La técnica francesa ha sufrido un duro revés con la adopción, por la televisión portuguesa del sistema de color Pal, aunque pueda todavía recibir compensaciones mediante un contrato para la instalación de los emisores.