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Ataque en gran escala del Frente Polisario sobre Asmara

Un ataque de gran envergadura a la localidad de Asmara, la segunda en importancia del Sahara occidental, puede ocasionar un vuelco decisivo en la guerra del Sahara. Confirmando las previsiones hechas por los analistas militares, el movimiento independentista llevarla ahora a cabo la acción bélica más importante de todas las realizadas hasta ahora contra las tropas marroquíes. A la hora de transmitir esta crónica, fuentes del Frente Polisario señalaban en Argel que los combates en Asmara y sus alrededores, adonde habían llegado importantes refuerzos marroquíes, proseguían encarnizadamente. Las primeras informaciones dadas a conocer indican que varias columnas saharauis iniciaron en la tarde del día 5 una serie de ataques combinados contra las posiciones defensivas de Asmara. Los hostigamientos cobraron intensidad a lo largo de la noche, y en la mañana siguiente el Polisario habría conseguido penetrar en la plaza y liberarla.

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, El «Ministerio de Defensa de la RASD» no disponía anoche de otros elementos informativos sobre este ataque, debido a que continuaban los enfrentamientos. La pérdida de Asmara es inconcebible en función de la estrategia elaborada por el Alto Estado Mayor marroquí, centrada en la defensa del triángulo El Aiún-Bu Craa-Asmara, por lo que es de suponer que el perímetro de la histórica ciudad saharaui -la primera de las que se construyeron en el Sahara occidental, capital del célebre jeque Malainin- es el marco del mayor enfrentamiento ocurrido hasta el momento entre saharauis y marroquíes.El ataque masivo a Asmara formaba parte del lógico engranaje previsto por el Polisario (véase EL PAÍS del 27 de septiembre), para castigar a grandes concentraciones del Ejército marroquí, como la de Lebuirat, situada al sur de Marruecos, donde el 24 de agosto perecieron varios centenares de soldados y se recuperó un importante arsenal en el que incluso figuraban modernas armas antiaéreas de origen soviético.

Un aspecto muy significativo de esta operación, que todavía no ha sido reconocida por Rabat, lo representa la simultaneidad de ataques de diversión y castigo a los que se dedican las fuerzas saharauis, antes de asestar un golpe demoledor en un punto alejado de donde tienen lugar los otros hostigamientos.

En la mañana del día 5, unidades del Polisario llevaron a cabo un ataque a las fortificaciones exteriores de Zak, en el sur de Marruecos y no lejos de la citada Lebuirat, donde reside el más importante dispositivo, militar marroquí de la zona. Las posiciones atacadas y destruidas, según el frente saharaui, fueron las de Sebeiti y Ras Mzeriga, con un saldo de 120 muertos, ochenta heridos y ocho prisioneros.

En la tarde de ese mismo día, el Polisario inicia su ataque a Asmara donde concentra el grueso de sus fuerzas (probablemente varios millares de hombres) y emplea ampliamente los medios logísticos de que dispone, en gran parte capturados a los propios marroquíes.

El Polisario dispone, en teoría, de la capacidad logística para defender un punto determinado del Sahara Occidental, pero hasta ahora su táctica ha sido basada en la rápida dispersión de sus fuerzas por el desierto, que se reconstituyen continuamente. Si el movimiento independentista aceptara sacrificar una parte de sus efectivos en Asmara para romper el dispositivo marroquí, ello tendría consecuencias incalculables en el aspecto militar, por lo que es de suponer que, tras haber causado el mayor número de pérdidas, las unidades saharauis se replegarán hasta sus bases instaladas en el interior del propio Sahara Occidental.

Con miras a contribuir a una «solución justa» del conflicto del Sahara, Estados Unidos y Francia tendrían, por lo menos, que observar una «estricta neutralidad», lo cual contribuiría a mejorar su imagen ante los países de la región con los que mantienen importantes relaciones económicas (alusión clara a Argelia). Esto es lo que afirmaba ayer un comentario del diario gubernamental argelino El Mudjahid, dando a entender de esta forma que los argelinos verían con buenos ojos que París y Washington no contribuyeran al esfuerzo de guerra marroquí.

En este sentido, la prensa argelina recuerda que los «métodos pacíficos» son los que pueden aportar una solución al conflicto y afirma que la presencia del jefe de la diplomacia argelina en Nueva York, para participar a la Asamblea General de la ONU, es significativa de la «buena voluntad» de Argelia para aportar «todas las clarificaciones necesarias a una solución justa de este problema».

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