La Confederación Católica de Padres, preocupada por la situación de la enseñanza

«Estamos profundamente preocupados por el grave momento que atraviesa la enseñanza», declararon ayer, en el curso de una rueda de prensa, representantes de las federaciones integradas en la Confederación Católica Nacional de Padres, para quienes la presente crisis es «consecuencia de la ambigüedad del Gobierno, que no cumple las promesas de su programa electoral en materia educativa».El presidente de la confederación, Luis Alberto Petit, afirmó que «los padres no podemos pasarnos la vida relegando nuestros legítimos intereses y aspiraciones a la espera de que se produzca un nuevo período electoral». El señor Petit denunció también el hecho de que todavía miles de niños no hayan empezado las clases, y dijo que estos están siendo «víctimas de la utilización de medios irracionales por parte de determinados partidos políticos, los cuales encuentran un excelente pretexto en la existencia de evidentes problemas técnicos para manipular ideológicamente a padres, profesores y alumnos».

Mal comprendidos

Los dirigentes de la confederación coincidieron en calificar de «incomprensible» el retraso en la discusión de los proyectos de ley de financiación de la enseñanza obligatoria y estatuto de centros docentes, lo que impide la plasmación real del principio de libertad de enseñanza reconocido por la Constitución.La secretaria general de la Confederación, Carmen de Alvear, puntualizó el concepto de libertad de enseñanza, tal y como lo entiende la Confederación, «en contra de como se nos suele interpretar frecuentemente. Nosotros», dijo, «no vinculamos el derecho a la elección de un tipo determinado de educación con la confesionalidad católica, ni tampoco con el derecho a llevar a nuestros hijos a escuelas no estatales».

Insistió, por el contrario, en que la reivindicación de la libertad de enseñanza se extiende también al ámbito de la escuela estatal, «por lo que no tiene sentido que se nos relacione exclusivamente con la enseñanza privada».

Dificultades económicas

No obstante estas afirmaciones, gran parte de la rueda de prensa estuvo centrada en poner de manifiesto las dificultades económicas de los centros no estatales. Los portavoces de la Confederación, en efecto, pusieron especial énfasis en la falta de respuesta del presidente del Gobierno a las múltiples llamadas que se le han hecho para que se hagan efectivos los 1.500 millones de pesetas prometidos por el ministro de Educación el pasado mes de junio para incrementar en un 5% los sueldos del profesorado no estatal. Al parecer, el ministro hizo su promesa con el visto bueno del señor Abril Martorell, pero, posteriormente, el vicepresidente para Asuntos Económicos negó tal ayuda.Los representantes de los padres católicos aludieron también a los numerosos centros privados que se ven obligados a cerrar por la insuficiencia de las subvenciones, «centros que no se caracterizan precisamente por el alto poder adquisitivo de sus alumnos».

Dirigentes de la Federación Española de Religiosos de la Enseñanza (FERE) expusieron parecidas reivindicaciones al ministro de Educación en una reciente entrevista, y, por otra parte, la Confederación Española de Centros de Enseñanza (CECE) ha dirigido un escrito al señor Otero Novas en el que se contienen los mismos planteamientos y denuncias.