Camboya acepta ayuda de la Cruz Roja y Unicef

El Gobierno camboyano ha aceptado la presencia en Pnom Phem de representantes de la Cruz Roja Internacional y Unicef, lo que ambos organismos interpretan como la autorización por parte de las autoridades camboyanas de un plan de urgencia para enviar ayuda a más de dos millones de personas que corren el riesgo de morir de hambre.Ambos organismos humanitarios publicaron en la tarde del miércoles un comunicado conjunto interpretando la medida del Gobierno camboyano como la aceptación de un plan de urgencia que ambas habían propuesto el pasado mes de agosto. Este texto prevé la presencia en el lugar de un mínimo de representantes de las dos instituciones para asegurar la distribución de los auxilios de manera rápida y conforme a los principios de imparcialidad y no discriminación que guían desde siempre a la Cruz Roja y Unicef

Tras señalar que una ayuda urgente puede ser dispensada a las decenas de miles de jmers que se encuentran a lo largo de la frontera con Tailandia, el comunicado precisa que «en este caso los representantes de las dos organizaciones serán admitidos para inspeccionar en el lugar que las ayudas sean distribuidas sin discriminación a todas las víctimas».

El comunicado concluye diciendo que, «en base al principio de neutralidad, la Cruz Roja y Unicef vigilarán, por intermedio de sus representantes en el lugar, que la acción de socorro, tan indispensable para las poblaciones civiles camboyanas, no servirá al esfuerzo militar de ninguna de las partes beligerantes».

Varias semanas de conversaciones extremadamente laboriosas, que parecían que no conducirían a nada positivo, han propiciado al fin una operación de ayuda inmediata y a gran escala que hará llegar a las poblaciones cientos de toneladas de alimentos y productos sanitarios.

Aunque de momento sólo sean autorizados a estar presentes un número reducido de representantes (se habla de seis), la Cruz Roja no parece temer el desarrollo de la distribución de ayudas.

Los primeros auxilios de urgencia serán enviados diariamente por vía aérea, seguidos lo más rápidamente posible de envíos por barco utilizando el río Mekong. Dado el alcance de las necesidades, se piensa en Ginebra que otras organizaciones, como el Programa de Alimentación Mundial, tomarán parte en la operación de salvación de poblaciones camboyanas.

Se estima además que el envío de una gran cantidad de víveres, indispensables para la supervivencia de la población, no podría llevarse a cabo sin la participación, o al menos la neutralidad, de Tailandia. Por otra parte, dada la amplitud de las destrucciones, se plantean enormes problemas logísticos. Las modalidades de esta gigantesca «operación salvavidas» (localización de aviones y barcos, creación de controles, etcétera) pueden ser fijadas en el transcurso de este fin de semana.