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Barracones convertidos en colegio de EGB

Unos 180 niños matriculados en primer curso de EGB han sido enviados por el Ministerio de Educación al denominado colegio Llanos Castellanos (avenida del Generalísimo, 216), cuyas instalaciones son apenas dos barracones en lamentable estado, hasta el punto de que las propias autoridades educativas decidieron cerrarlo hace tres años porque no reunía unas condiciones mínimas.Los alumnos matriculados en el centro proceden del Pilar, barrio de Begoña, Ciudad de los Periodistas, Peñagrande y Mirasierra. En su día se les negó plaza en otros centros de enseñanza estatal, y finalmente, la pasada semana, la Delegación decidió remitirlos al Llanos Castellanos.

La ubicación del colegio -junto a la Residencia La Paz, frente a la colonia Virgen de Begoña- era de bastante difícil explicación, y los padres tuvieron que seguir a los autobuses escolares para saber con exactitud a dónde iban sus hijos.

El centro dispone de seis aulas, que no son más que tres barracones y otros tres huecos más, sin luz directa y con abundantes manchas de humedad en las paredes. No hay calefacción ni ventilación directa de la calle en algunas clases, y en otras, el techo amenaza con caerse.

El centro carece de teléfono, los servicios están en el patio, lo que obliga a los niños a salir a la calle en cualquier época del año, y algunos cables de la luz están casi al alcance de los niños.

El estado semirruinoso del centro no es, pese a todo, su único problema. Los padres se preguntan qué tipo de programación pedagógica puede existir en un colegio que carece de director y cuyos profesores tienen todos carácter interino.

Los padres de los niños, apoyados por los mismos educadores, insisten en que un colegio de estas características no puede considerarse como tal, y aunque por el momento sigan enviándolos aquí, cerca de la Delegación han reiterado su exigencia de una plaza escolar digna para cada alumno. «La situación», añaden, «se agravará con la llegada del invierno, dadas las condiciones en que se encuentra el centro, por eso esperamos que se busque un rápido remedio y nuestros hijos puedan ir a un colegio estatal que reúna unas mínimas condiciones de habitabilidad.»

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