Contra el miedo

«Lamentablemente, el hecho estaba previsto. A medida que se acerca la fecha del día del referéndum del Estatuto, la violencia física se va a cobrar nuevas víctimas. Ayer han sido dos oficiales del Ejército. Hace unos días, un empleado de la banca. ¿Quiénes caerán en las próximas semanas? ( ... )Se debe evitar que el miedo y el desánimo avancen más y paralicen los proyectos que Euskadi tiene y necesita para el futuro. El Estatuto es una herramienta útil para que todos los que vivimos en Euskadi, sin discriminación de opciones y clases, intentemos construir solidaria y pacíficamente un mundo más justo y más libre. El Estatuto es el primer peldaño. Sin embargo, la violencia engendra insolidaridad, silencio, incluso terror. La violencia impone, no la ley de lo más justo o de lo que más conviene a un pueblo, sino la de quien amenaza. Ante estas actitudes, la inhibición es la salida de los que no quieren asumir activamente sus responsabilidades cívicas; como puede ser acudir a las urnas el día del referéndum o condenar sin miedo y sin ninguna restricción mental ideologías y hechos criticables de determinados grupos políticos o de organizaciones armadas. Esta actitud constructiva será, por otra parte, la que evite que otras fuerzas de corte radicalmente contrario utilicen la violencia institucional en forma de estado de excepción o de otro tipo de medidas represivas, para enderezar una situación que califican de muy deteriorada. )»

20 de septiembre