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Revelaciones sobre la "conexión" americana del IRA

Un antiguo activista de la rama provisional del Ejército Republicano Irlandés (IRA) explicó ayer, en la prensa norteamericana, cómo compró armas y explosivos para la organización en Estados Unidos y los envió clandestinamente a Irlanda del Norte.Peter McMullen, de 32 años está condenado a muerte por los «provisionales» del IRA y reside en algún lugar de Estados Unidos. Desde el pasado domingo, en una serie de entrevistas concedidas al diario The Boston Globe y ampliamente difundidas en otros periódicos, el antiguo activista está describiendo cómo funciona la organización y su trabajo en ella durante siete, años.

McMullen estuvo al cargo de la «conexión americana» en los primeros años setenta, cuándo residió en Nueva York y compró armas automáticas, especialmente rifles de asalto, para el IRA. Trabajando como portero en una discoteca de Manhattan, el activista examinaba cuidadosamente las armas que estaban en oferta, investigaba que los ocasionales vendedores no fueran agentes de la policía norteamericana, almacenaba el armamento en su piso del barrio neoyorquino de Queens y lo enviaba a Irlanda.

Las armas se escondían dentro de muebles de casa y de oficina, en armarios, sofás, camas, mesas, que a su vez, iban en un container que se transportaba por barco a Dublín. Allí, con colaboradores de la organización en las aduanas, las armas eran transportadas a un almacén, donde los dirigentes de la organización las distribuían a los diferentes grupos que actuaban en Irlanda del Norte.

El pago de la frontera entre Irlanda y el Ulster, explica Peter McMullen, se hacía en automóvil, con las armas escondidas debajo del asiento trasero o dentro de las puertas. Se solía escoger un domingo por la tarde, con atascos de tráfico, que impidiera un registro detenido de los automóviles por la policía o el Ejército británico, y, para eliminar sospechas, el automóvil era conducido por una mujer, a veces acompañada por un niño.

McMullen asegura que agentes del servicio secreto inglés, el MI 6, intentaron asesinarle en una ocasión en Arizona, lo que le obligó a cambiar de identidad y regresar a Irlanda, antes de que rompiera con la organización. El antiguo activista del IRA da pocos detalles sobre el origen del dinero con el que compraba las armas, aunque en una ocasión lo relaciona con el Noraid o Comité de Ayuda Norteamericana a Irlanda del Norte, una organización que ha negado financiar al IRA.

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