El juicio a Bánzer, un proceso a las fuerzas armadas bolivianas

El juicio público iniciado en el Congreso de Bolivia contra el ex presidente Hugo Bánzer amenaza con convertirse, según los observadores, en un encausamiento general contra las fuerzas armadas del país, ocupantes del poder durante la mayor parte de este siglo. En función de este peligro han surgido versiones pesimistas sobre la posibilidad de que el Ejército trate de detener a cualquier precio el proceso investigador.

Advertencias en tal sentido ya fueron hechas la pasada semana por altos oficiales bolivianos, incluido el actual comandante en jefe del Ejército y ex presidente de la nación, general David Padilla. Los militares advirtieron que no tolerarían «insultos ni calumnias» contra el general Hugo Bánzer y que tampoco admitirían que el prestigio de la institución castrense quedara en entredicho.

El juicio contra el ex presidente Bánzer se basa en cuatro denuncias, formuladas por otras tantas personalidades o grupos políticos. La primera de ellas fue formulada por el ex ministro de Trabajo Aníbal Aguilar, quien acusó a Bánzer de violación de la Constitución, atentado contra la soberanía nacional y violación de los derechos humanos. La querella también alcanza a otro ex presidente, también militar, el general Juan Pereda.

La segunda denuncia fue presentada al Congreso por Marcelo Quiroga, máximo dirigente del Partido Socialista boliviano, y los cargos son idénticos.

Luis Sandoval, miembro del Congreso, denunció igualmente a Hugo Bánzer y solicitó su encausamiento. Le acusa de la muerte de dos de sus hermanos y de la posterior desaparición de sus cadáveres. El movimiento indio Tupac Katari, también representado en el Parlamento, acusa igualmente al ex presidente de auspiciar la matanza de Tolata, en la que soldados del Ejército boliviano dieron muerte a cerca de cien campesinos.