Corrida mediocre en Barcelona
La corrida del domingo en Barcelona apenas tuvo historia y resultó mediocre. Se lidiaron toros de Bernardino Jiménez, bien presentados -el quinto pesó 615 kilos-, pero, a excepción del primero, que tenía larga embestida, carecieron de alegría.No toreó mal Ruiz Miguel con la izquierda a la res que abrió plaza, pero anduvo mal con la espada (ovación y salida al tercio). Nada intentó con el cuarto, que, alinque soso, era noble (silencio). A este toro le prendió un buen par el hijo del inolvidable Chicuelo.
Dámaso González tuvo una actuación anodina. Desconfiado en su primero, que era quedado, pero sin mahcia, tampoco-cuajó faena en el noble quinto (silencio en los dos).
Andrés Moreno saludó al tercero con una larga de rodillas y lances a pies juntos, que entusiasmaron. Tenía temperamento el toro, y Moreno no pudo con él en el último tercio (vuelta). Con el sexto, muy corralón, anduvo a la deriva (silencio).
Benidorm. Novillos de Manuel de Santos. El rejoneador Miguel Carvajal, aplausos. Pepín Jiménez, oreja y vuelta. Miguel Angel, vuelta en los dos.