Terrorismo forestal

Uno de los paisajes más bellos, próximo a la ciudad de Valencia, ha sido totalmente arrasado por un terrible incendio forestal probablemente provocado por manos criminales, que no cesan de atentar contra el patrimonio natural de los valencianos. Me refiero al Garbí y a gran parte de nuestra sierra Calderona. Se ha hablado mucho en Valencia de esta zona como pulmón ecológico de la ciudad, pero hay algo más significativo, y es su valor como símbolo natural de Valencia y las poblaciones del norte de la provincia.Da lástima y rabia contemplar ahora aquellos parajes, tan queridos para los valencianos, convertidos en tierras negras y calcinadas por la barbarie antiforestal.

Creo que los valencianos tenemos el deber -difícil deber- de conseguir que nuestra sierra, hoy destruida, vuelva a ser lo que era; será labor de muchos años, quizá de varias generaciones, pues el daño es inmenso, pero no podemos dejar aquella tal como está: muerto. Y será la mejor forma de demostrar que, pese al terrorismo antiforestal, los valencianos queremos conservar la Naturaleza.