Dos personas mueren diariamente, por heroína en Alemania Federal
Dos personas mueren, por término medio, diariamente en la República Federal de Alemania como consecuencia de una sobredosis de heroína. La prensa ya no recoge la macabra crónica de jóvenes encontrados muertos en retretes públicos y en portales retirados. Las estadísticas lo establecen sin contestación: el consumo de heroína es en la República Federal, con mucho, el más alto de Europa. Del total de los transportes de cannabis y sus derivados incautados en Europa, algo más de veintiocho toneladas, sólo el 15% lo ha sido en territorio federal. Pero de 212 kilos de heroína requisados este año, 117 kilos lo han sido en la RFA.Un gramo necesita diariamente un drogadicto de la heroína. Este gramo le cuesta actualmente sólo bien marcos. El mercado está saturado, los precios han bajado a una cuarta parte en los últimos años. La droga llega del Próximo y Lejano oriente. Tiempos atrás era transportada por correos de origen chino por vía aérea. El año pasado fueron detenidos en Europa 360 negociantes de la droga. Desde entonces, el circuito pasa por los turcos. Estos aprovechan la colonia emigrante en la República Federal, su conocimiento de la lengua y costumbres alemanas, para trabajar en la clandestinidad.
Las setecientas víctimas de la heroína calculadas gara este año son sólo la punta de un iceberg. El BKA, la oficina federal para la criminalidad, estima el número de drogadictos en 60.000. Muchos de ellos han empezado directamente con el consumo de drogas fuertes, no conocen la marihuana. ¿Cuántos inválidos y marginados escapan a estas cifras? En Berlín occidental la policía ha detenido últimamente a un drogadicto al que se le han probado ciento setenta infracciones de domicilio para proporcionarse dinero. En el land de Hessen, uno de cada seis encarcelados lo es por delitos contra la ley de Estupefacientes. Y la mayoría son peces pequeños, simplemente consumidores. En el penal juvenil de Rockenber, de ochenta penados sólo nueve lo son por tráfico.
En el territorio federal se encuentran quinientos puntos de consulta. Pero no existe una estrategia nacional para enfrentarse al problema. Y la penalización y encarcelamiento de simples drogadictos carece de efecto persuasivo y, desde luego, no tiene ningún valor terapéutico. Las bandas de traficantes de heroína provocan en la RFA, en un año, diez veces más muertos que el terrorismo político en un decenio. Pero el BKA dispone, a nivel federal, de sólo 45 funcionarios para hacerles frente. Dos tercios de las plazas en la brigada antiestupefacientes federal están desocupadas, los funcionarios han sido trasladados a la brigada política. El grueso del trabajo lo efectúan, pues, las policías regionales. Un sistema informativo electrónico empieza a funcionar. No sin los consabidos inconvenientes: la policía de aduanas, motivada por el BKA a controlar los envíos de heroína por correo postal, procedea abrir cartas provenientes del extranjero, como revelaba el semana,rio Spiegel hace unas semanas, y termina curioseando según criterios políticos.
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