Fuerte represión política en Irán
El Gobierno de Irán ejecutó ayer a once rebeldes kurdos capturados cuando las fuerzas gubernamenta les ocuparon la ciudad fronteriza de Paveh, anunció la radio del Estado.Los once kurdos fueron fusilados antes del amanecer, en la prisión de Kermanshah, al este de Paveh, después de ser declarados culpables de «hacer la guerra contra Dios y sus representantes », dijo la radio.
Paveh, próxima a la frontera, se encuentra en calma después de la llegada el domingo de importantes refuerzos gubernamentales, que le vantaron el asedio de los insurgentes kurdos.
En un mensaje dirigido al puelo kurdo y emitido ayer por la radio estatal, Jomeini pidió a la población civil que coopere con las fuerzas gubernamentales en la persecución de miembros del Partido Democrático Kurdo (PDK).
Calificando al PDK de partido del demonio, Jomeini afirmó: «Es vuestra sagrada misión señalar los escondrijos del PDK a las autoridades. »
Pidió también que se desenmascare a los dirigentes del PDK, encabezado por Abdul Rahaman Qasseinlou, calificado de corrupto por el líder religioso supremo de Irán.
También el Partido Comunista iraní (Tudeh) ha sido prohibido, según informaron ayer en París medios allegados a dicho partido. La sede del Tudeh en Teherán, situada en el mismo edificio que su órgano de prensa, el Mardon, ha sido evacuada, informaron las mismas fuentes.
Además, las autoridades religiosas iraníes decretaron ayer el cierre de veintidós periódicos de la oposición y han solicitado a las organizaciones políticas contrarias al régimen islámico que depongan las armas.
Alentados por las Informacione, oficiales sobre una rebelión turca en el oeste del país, miles de manifestantes asistieron ayer en Teherán al funeral de los guardias revolucionarios muertos durante el fin de semana en los combates que se libran en la región. En la manifestación también se pidió la ejecución de los líderes kurdos.
Entre los periódicos silenciados por orden del fiscal revolucionario de Teherán, ayatollah Ahmad Azari Qomi, figuran los órganos oficiales del partido Tudeh (comunista), del grupo guerrillero marxista Fedayín y del Frente Democrático Nacional (centrista).
Por otro lado, el ayatollah Qomi ordenó a todos los partidos y grupos políticos, «especialmente a aquellos cuya política está en contra de los deseos de la nación iraní», que depongan las armas tomadas de los polvorines durante la revolución de febrero.
Esta orden está dirigida, al parecer, principalmente a los milicianos de los partidos de oposición.
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