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El nuevo régimen guineano será exclusivamente militar

El carácter puramente militar del nuevo régimen guineano fue subrayado ayer en Malabo por el nuevo hombre fuerte de la ex colonia española, el teniente coronel Teodoro Nguema, quien confirmó en un discurso que el poder será ejercido por los militares y pidió que se evite la aparición de tendencias dentro de la Administración. En un discurso pronunciado ante centenares de funcionarios públicos, el teniente coronel Teodoro Obiang Nguema subrayó el cariz no ideológico de su mandato, ratificó su apertura a todos los países y regímenes del mundo y pidió responsabilidad a los funcionarios para encarar la tarea que ahora tienen en la reconstrucción del país.

El presidente del Consejo Militar Supremo dijo que en este momento el único objetivo debe ser la reconstrucción del país, tras la ruina dejada por Macías -que todavía no ha sido capturado-, y que el movimiento revolucionario representa a todo el pueblo, por lo que no se tolerarán ambiciones de tribus, regiones o distritos. Nguema manifestó que el Ejército colocará observadores en todos los sectores de la Administración para garantizar su buen funcionamiento.Algunas fuentes han subrayado que el eventual papel que podría haberjugado la oposición en el exilio ha quedado seriamente reduciáo tral el discurso del teniente coronel, lo cual imprime a su régimen un tinte no plural, políticamente hablando. Por el momento, el nuevojefe del ejecutivo ha proclamado el fin de la hegemonía de la etnia fang sobre la de los bubis, cuyas relaciones se vieron muy dañadas, ya que bajo el mandato de Macías éste privilegió a sus parientes de la tribu fang, en detrimento de las otras etnias.

Oriente y Occidente, atentos a Guinea

Lo que más preocupa del curso de los acontecimientos. es, sin embargo, el saldo político que para orientales y occidentales van a arrojar los cambios en Guinea. El martes, llegó a Malabo el embajador soviético, en un vuelo regular de Aeroflot, y el teniente coronel Nguema ha recibido por separado a todos los representantes diplomáticos acreditados en Malabo.

En medios periodísticos se comenta el hecho de que fueran instructores chinos quienes acompañaran hasta el último momento al depuesto presidente en su fuga por la selva, causando incluso muertes a las tropas subrevadas. En la ciudad de Nyefang,:los chinos ametrallaron una tanqu.eta y mataron a uno de sus ocupantes. Luego repelieron las operaciones de captura del presidente y varios de ellos murieron. Estos hechos pueden perjudicar las relaciones de China con el nuevo régimen y se contradicen con la excelente relación que Malabo y Pekín mantuvieron durante la etapa anterior. China mantiene muchas obras públicas en el país. Todo en Guinea Ecuatorial tiene hasta ahora el signo chino, desde la cerveza -única bebida existente y potable en la isla- hasta las medicinas, los alimentos y la maquinaria.

En cuanto a los norteamericanos, desde que su último embajador, el señor Odon, matara en su despacho al primer secretario, señor Willianis y se refugiara en la embajada de Nigeria, poco después de recibir un cargamento de armas en febrero de 1971, no han mantenido relación directa con Guinea Ecuatorial. Según funcionarios de distintos ministerios guineanos, aquellos episodios -entre los que no descartan un eventual desembarco para el derrocamiento de Macías- enturbiaron hasta ahora las relaciones con Washington, que no parece haber renunciado a restablecer la normalidad.

Los soviéticos se han mostrado hasta ahora preocupados únicamente por la pesca, muy rica en la zona, y mantienen bases pesqueras en distintos puntos del país. Su apoyo al régimen anterior nunca fue manifiesto durante la última etapa. Por la falta de participación en las obras públicas y por limitarse a pescar, no tienen la popularidad de la que gozan los chinos, cuyos médicos explican a los guineanos enfermos que gran parte de sus enfermedades se deben al pescado ruso intercambiado. Los roces entre soviéticos y chinos quedan desp ados en el caso de los cubanos, cuyas características culturales -comunidad de lengua, vinculaciones raciales, folklore similar- les hacen aproximarse a los guineanos casi de un modo natural.

Desde París existe más atención sobre los hechos de lo que a primera vista cabría esperarse. El que el país guineano se encuentre situado como una pequeña, pero importante, cuña entre dos países del área francófona, Gabón y Camerún, determina el singular interés francés sobre el desarrollo de los acontecimientos.

Los observadores periodísticos españoles han subrayado que la presumible aproximación entre Madrid y Malabo no tiene necesariamente porqué entusiasmara Francia.

Presencia norteamericana

No obstante, la lectura de lo que ha sucedido en Guinea Ecuatorial pasa por la conternplación de otras hipótesis menos inmediatas y cuya comprobación habrá de verificarse a medio o largo plazo. Llama un poco la atención el hecho de que en una zona estratégica tan vital para los intereses occidentales la presencia norteamericana directa esté reducida al mínimo, sobre todo cuando se sabe que las potencialidades petrolíferas del área en general y de las islas Mbañe, frente al continente, en particular, se consideran incalculables, en un tipo de petróleo de riquísimo octanaje, muy cerca de la díscola Nigeria y en medio del mayor golfo del mundo, el golfo de Guinea. En base a estas hipótesis, no puede descartarse que uno de los principales resultados de este cambio político vaya a ser la reinstalación de los norteamericanos en el área.

Aquí puede encontrarse una de las principales claves de la transición, por otra parte explicable y exigida por un pueblo que la necesitaba, en función de la política demagógica y antipopular que ha seguido el derrocado presidente, y que sentó las bases para hacerle vulnerable, perder toda adhesión y precipitar el derrocamiento.

Las nuevas autoridades de Guinea Ecuatorial han anulado la confiscación de las propiedades de los guineanos que salieron del país, decretada por Macías, se han incautado los bienes del presidente depuesto, han levantado el toque de queda y rescatado de las arcas del dictador gran parte del tesoro nacional, primer paso para la reconstrucción económica y financiera del país. La isla de Fernando Poo, denominada hasta ahora isla del Presidente Macías, pasará a llamarse isla de Bioko, en honor de uno de los reyes insulares.

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