Tres personas muertas en León cuando intentaban apagar un incendio forestal

Tres personas han muerto carbonizadas en un incendio forestal iniciado a última hora de la tarde del lunes en el término municipal de Sobrado, a veinte kilómetros de Ponferrada. Las víctimas han sido Miguel Pérez Meida, Darío Alvarez Blanco y Bautista Garcia Moral, todos ellos, vecinos de Sobrado, perecieron al ser alcanzados por las llamas cuando colaboraban en las tareas de extinción. Según testigos presenciales, dos de las víctimas perecieron cuando intentaban salvar a la tercera, que había quedado rodeada por el fuego.

El incendio pudo ser dominado durante la madrugada de ayer con la llegada de los primeros vehículos y personal de Icona. Según fuentes de este organismo, hasta el momento no ha podido hacerse ninguna estimación de los daños materiales ni del número de hectáreas afectadas. Se desconocen, igualmente las causas del siniestro, sin que se descarte una posible intencionalidad del mismo. El fuego se inició en una zona donde el día anterior -domingo- había sido sofocado otro incendio sobre el que circuló el rumor de que podía haber sido provocado por dos personas vistas por algunos vecinos.El lugar de los hechos corresponde a una zona de fincas particulares de monte bajo y castaños. Las llamas afectaron sólo a una pequeña superficie, en contra de las primeras informaciones, que calificaban el incendio como el más importante de los ocurridos en la provincia durante este verano. Al parecer, la muerte de las tres personas antes citadas se produjo en los primeros momentos del siniestro, tras lo cual se limitaron considerablemente los trabajos de extinción por parte de los vecinos, lo que dio lugar a que las llamas comenzaran a extenderse con gran rapidez hasta la llegada de los equipos de leona.

La provincia de León ha sido una de las más afectadas por los incendios forestales durante los últimos años. Sólo en 1978 se produjeron unos trescientos incendios, que arrasaron 27.000 hectáreas de terreno y siete millones de pinos, valorado todo ello en más de cuatrocientos millones de pesetas. La superficie forestal de la provincia es de casi un millón de hectáreas, la mayor parte de las cuales -más de 600.000- figuran como montes de utilidad pública, aunque sólo están arbolados en un 15 %.

En noviembre del pasado año, la Cámara Agraria de León presentó un informe en el Ministerio de Agricultura en el que pedía la devolución a sus antiguos propietarios de la totalidad de los montes expropiados por el Estado para las campañas de repoblación, como primera medida para evitar los incendios forestales. En el mismo informe se señalaba que la mayor parte de los incendios han sido provocados y en ellos «el campesino actúa en contra del bosque en acto de venganza», a causa de las repoblaciones llevadas a cabo en montes que anteriormente eran utilizados como pastizales y sobre las que los agricultores no han tenido «posibilidades de opinar ni contrapartida retributiva alguna». Finalmente, y tras señalar como otras causas importantes de los incendios la proliferación de cotos privados de caza y «reservas naturales», a las que no tiene acceso la clase campesina, por los elevados precios de su disfrute, la Cámara Agraria solicitaba que en el futuro cualquier campaña de repoblación tenga en cuenta la voluntad mayoritaria de los habitantes de cada lugar, con participación en los beneficios de explotación de los bosques.