Sobre la expulsión de enfermos epilépticos

La sorpresa producida por las informaciones tendenciosas aparecidas en distintos medios de comunicación (entre otros, EL PAIS de 15-7-1979) sobre la expulsión de enfermos epilépticos, y el temor que ello ha proporcionado a varias familias sobre la posibilidad de que su hijo pudiera perder la asistencia que actualmente recibe, aconseja dirigirnos a usted para precisar algunas consideraciones sobre este problema.El Hospital Instituto San José es una fundación privada que, desde su constitución, se encuentra dedicada al diagnóstico, tratamiento y rehabilitación de enfermos epilépticos, según las distintas posibilidades científicas y técnicas de cada época.

No es, ni ha sido nunca, un centro docente, sino un hospital, y como tal figura ya en el primer Catálogo de Hospitales, elaborado en este país por la Dirección General de Sanidad con fecha 31-12-1963 y publicado por orden de 19 de abril de 1966, del anterior Ministerio de Gobernación. Otra cosa es que, de acuerdo con los criterios técnicos admitidos, los enfermos, durante su hospitalización, reciben distintas terapias complementarias, entre las que se encuentra la pedagogía.

Y, como ocurre en todo establecimiento hospitalario, las altas y bajas de los enfermos corresponde darlas al médico responsable de cada uno de los casos, de acuerdo a las posibilidades terapéuticas y según criterios establecidos previamente (curación, edad, control de crisis, necesidad de internamiento psiquiátrico, etcétera). Esto es lo que motiva, no la expulsión de alumnos, sino el movimiento de estancias de los enfermos.

Aunque lamentamos la falta de objetividad y comprobación en las informaciones aparecidas, no podemos soslayar dos aspectos importantes que de ellas se desprenden. Primero, el agradecimiento por parte de cuantos trabajamos en este hospital por los elogios que se han vertido hacia su calidad asistencial, y segundo, la alegría que nos produce comprobar la sensibilidad y el interés de la prensa hacia este tipo de problemas en su deseo de ayudar o resolverlos. Ello nos obliga a ofrecernos sin reservas a estos medios de comunicación para cualquier tipo de colaboración que se desee y que pueda repercutir en la mejora asistencial del enfermo epiléptico (cuyo número se estima en nuestro país en 200.000) y a cuya tarea estamos entregados, desde hace ya muchos años, con la participación de 225 camas y unas consultas externas y tratamientos ambulatorios que gozan de reconocido prestigio entre cuantos nos conocen.

director médico, y once firmas más