Italia ya tiene Gobierno después de siete meses de crisis
Democristianos, socialdemócratas y liberales, además de dos «técnicos» ajenos a la militancia partidaria, integrarán el nuevo Gobierno italiano que, presidido por Francesco Cossiga (DC), prestará juramento hoy domingo.
De los veintitrés ministros elegidos por Cossiga, quince pertenecen a la Democracia Cristiana, cuatro al Partido Socialdemócrata y dos al Partido Liberal, correspondiéndole las dos carteras restantes (Función Pública y Finanzas) a los profesores Massimo Giannini y Francesco Reviglio. El democristiano Franco Malgatti es el nuevo ministro de Asuntos Exteriores y Pandolfi vuelve al Tesoro.Cossiga aceptó ayer la responsabilidad de formar el nuevo Gobierno italiano, con lo que se pondrá fin a una larga crisis política que duró más de siete meses.
Cossiga visitó por la tarde al presidente Alessandro Pertini, en el Quirinal, y después de una conversación de treinta minutos le comunicó que estaba dispuesto a formar el nuevo Gobierno.
Pertini, poco después de haber conversado con Cossiga, firmó el decreto por el cual disuelve al anterior Gobierno italiano, que presidía Giulio Andreotti.
El general cansancio de los partidos políticos y la inteligencia del presidente Alessandro Pertini para elegir a un hombre que no despertara grandes resistencias en el Partido Socialista, son las claves determinantes para comprender el nacimiento del nuevo Gobierno italiano.
Los observadores coinciden en que la crisis política que llega a su fin, y que duraba desde enero pasado, fue la más grave sufrida por la joven república italiana, planteando incluso, en determinado momento, serias dudas sobre su futuro institucional.
Los sucesivos fracasos de Giulio Andreotti (democristiano), Bettino Craxi (socialista) y Filippo Pandolfi (democristiano), y la imposibilidad de traducir en un Gobierno los resultados de las elecciones del 3 de junio pasado, determinaron que las fuerzas políticas suavizasen sus contrastes y lograsen, en pocas horas, un firme acuerdo alrededor de Cossiga.
Tanto el Partido Socialista como el Comunista, aun sin abandonar sus posiciones críticas frente a la Democracia Cristiana, evidenciaron su decisión de no oponer obstáculos insalvables a su intento por formar Gobierno.
Los comunistas no modificarán su posición negativa, votando contra el nuevo Gobierno, pero es previsible que, durante un tiempo, mantenga una actitud expectante, sin adoptar una oposición abierta.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.